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CONVULSIÓN EN EL ESTE

Los nacionalistas azeríes pasan a la clandestinidad

Pilar Bonet

Más allá de la violencia que sigue en Azerbaiyán, con ataques al Ejército y las amenazas de hacer saltar por los aires la flota petrolera del Caspio, unos tímidos y frágiles intentos de diálogo se apuntaban ayer tanto por parte de los azeríes como de los representantes del Krem1in, en Moscú. Mientras, el Frente Popular de Azerbaiyán (FPA), la organización nacionalista que organiza la resistencia frente al Ejército Rojo, "pasó a la lucha clandestina", según una declaración recogida anoche por la agencia oficial soviética Tass, efectuada en un mitin en Bakú por el líder del Comité de Defensa Nacional del FPA, Neymat Panajov.

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En Bakú, el Buró del Comité Central del Partido Comunista exhortó al cese del derramamiento de sangre, asegurando que llegará un día en que se podrá explicar las causas de lo que ha pasado, según informó anoche la televisión soviética.çEn Eriván, la capital de Armenia, las autoridades republicanas procedieron a una severa restricción energética, que afectaba a la programación televisiva. La república vive graves problemas de suministro de energía en parte derivados del bloqueo al que ha sido sometida.

En la representación azerbaiyana en Moscú, Sojrab Shamjalov, un portavoz del Frente Popular de Azerbaiyán (FPA), manifestó ayer estar dispuesto a mantener conversaciones con el Kremlin. Paralelamente, y en una conferencia de prensa en el Ministerio del Interior, el general Evgueni Nechaiev distinguió entre los "terroristas individuales" y el FPA, y se pronunció por el diálogo y el "compromiso". El Soviet Supremo de Azerbaiyán dio un ultimátum al Kremlín en la mañana del 22 de enero para retirar las tropas de Azerbaiyán.

Tal ultimátum concluía ayer, había dicho el día anterior un portavoz azerí en la representación permanente de Azerbaiyán en Moscú. Sin embargo, otros portavoces decían ayer que el plazo concluye hoy miércoles. Una vez expirado, "empezaremos una guerra de guerrillas real", dijo un miembro del FPA.

Bloqueo

El jefe militar de Bakú, VIadimir Dubiniak, justificó ayer la declaración del estado de emergencia en la ciudad, declarado a partir del día 20 en un decreto firmado por Gorbachov, y que fue precedido por la entrada de las tropas en Bakú. Según Dubiniak, en algunas zonas de la ciudad se oían tiroteos intermitentes y se violaba el estado de emergencia con los mítines que continuaban durante el día.

El puerto marítimo de Bakú fue bloqueado con barcos de la flota petrolera del Caspio, según informaba el diario del Ejército Krasnaia Zvesda. En el puerto, que estaba paralizado, había un total 48 barcos.

El diario aseguraba que los buques se encontraban subordinados a la dirección del FPA, que se encontraba en uno de ellos y sostenía que los barcos se usaban para llevar explosivos a la ciudad. Según el diario Komsomolskaia Pravda, los capitanes de la flota del Caspio, reunidos en el puerto de Bakú, entregaron al general Dubiniak una lista de exigencias, que comprendían la salida de los soldados de Bakú. De lo contrario, amenazaron con incendiar el petróleo. Los órganos militares estaban especialmente preocupados por la posibilidad de una explosión en Bakú.

La cifra oficial de muertos desde la introducción del estado de emergencia se elevaba a 91 personas, 18 de las cuales eran militares y miembros de sus familias, según la información del Ministerio del Interior. Tiradores emboscados dispararon sobre convoyes militares soviéticos en Bakú matando a tres personas más. Según el corresponsal de la radio soviética, Leonid Lazarevich, los convoyes transportaban soldados desmovilizados y mujeres.

A la idea de que se está gestando un diálogo paralelamente a la continuación de la violencia contribuye el cambio de tono de la televisión soviética, cuyo reportaje del domingo por primera vez encontró aceptación en sectores azeríes.

Uno de los puntos más impresionantes del noticiario del domingo fue la quema de carnés del partido comunista en Glandzha, la segunda ciudad de Azerbaiyán. El diario Izvestia publicó a su vez una foto de los dirigentes del partido de la ciudad quemando sus carnés.

En la ciudad de Bordá, por exigencia de los líderes del FPA, ha cesado el primer secretario del comité municipal del partido. En la ciudad de Mingechaur, la población ha obligado a retirarse a los dirigentes locales. La agitación provocada por el envío de contingentes suplementarios del Ejército en Bakú se reproduce en las repúblicas soviéticas como Georgia, cuya dirección militar prohibió movilizar a los reservistas y en el Báltico. En Riga, la capital de Estonia, las autoridades militares decidieron evitar que los soldados de la zona pudieran acudir al Cáucaso.

La agitación nacionalista conmovía la ciudad de Kishinlev,la capital de Moldavia, donde, según informaba el servicio Interfax, dependiente de Radio Moscú, los partidarios del Frente Popular Moldavo organizaron una manifestación no autorizada que cantó consignas antirusas y antisoviéticas y pidió la formación de un estado común con Rumanía. "Estamos al borde de la guerra civil aquí", manifestó Yelena Varfólomeieva, una representante del movimiento ledinsvo (Unidad).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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