"Trataron de arrancarme los dientes"
"Trataron de arrancarme los dientes, pero luché y les impedí que lo hicieran", cuenta Anna Babayan, una armenia de 67 años, al narrar los desmanes de grupos incontrolados de azeríes. Estos sembraron el terror en Bakú, capital de Azerbaiyán, al asaltar las casas de la población anciana armenia, arrastrando a sus ocupantes a la calle para obligarles a abandonar Azerbaiyán. En Vardenis concretamente viven aún unos 300 armenios después de¡ éxodo de más de 10.000 que abandonaron la región para evitar ser víctimas de la violencia étnica.La mayor parte de los testigos cuenta la misma historia de jóvenes azeríes que invadieron sus hogares durante el fin de semana pasado y destruyeron todas sus pertenencias. Unos 70 se encuentran todavía en el hospital, en donde están siendo tratados de diversas heridas causadas por los malos tratos. Anna Babayan dice que los jóvenes entraron en su casa mientras ella se encontraba fuera y rompieron todo. Los asaltantes volvieron después, la golpearon y arrojaron fuera de su propia casa.
Muchos armenios fueron llevados por la fuerza, primero a un cine situado enfrente de la principal comisaría de policía de Bakú, y desde allí, arrastrados a los muelles de la ciudad y forzados a subir en los transbordadores que cruzan el mar Caspio con destino a la República soviética de Turkmenia, sin ropa de abrigo y descalzos. Los tripulantes armenios eran golpeados por la tripulación azerí. Todos dijeron que habían sido deportados y no evacuados de Bakú. Vardenis ha experimentado un flujo de refugiados durante los últimos dos años de conflicto entre azeríes y armenios. Unos 13.000 de estos últimos han pasado por los campos de acogida de la ciudad.
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