'Impuesto de guerra' en Colombia para combatir el narcotráfico
Ayer entró en vigor en Colombia el llamado impuesto de guerra. En realidad, no se trata propiamente de un impuesto, sino de una inversión forzosa que harán todas las empresas del país para ayudar a los gastos de la guerra que el Gobierno adelanta contra el narcotráfico y la subversión. El impuesto de guerra fue aprobado dentro de un proyecto de endeudamiento interno y externo en noviembre pasado en el Congreso, y el pasado jueves, la ley fue sancionada por el presidente Barco. La contribución transitoria la harán las empresas a través de la suscripción de un bono de financiación especial.
El valor de esta contribución será equivalente al 5% de, lo que actualmente paga cada empresa como impuesto a la Renta. Desde el momento en que la propuesta fue presentada al Congreso, los industriales del país se mostraron de acuerdo con ella. El dinero recaudado -que será revertido con un rendimiento bajo- ayudará a financiar los gastos de las fuerzas militares, la policía nacional, el departamento de seguridad DAS y la Fiscalía General de la nación.Aunque hasta el momento no se ha hablado de cuánto le ha costado al país la guerra contra el narcotráfico que se inició el pasado 18 de agosto, se sabe ya que el año pasado se triplicó la inversión en compra de material bélico. En 1988 Colombia gastó en material de defensa 74,6 millones de dólares. El año pasado, de enero a octubre, la cifra ya llegaba a los 245.000 millones de dólares.
Lo cierto es que desde el 18 de agosto pasado la guerra contra el narcotráfico no ha dado tregua: no han cesado los allanamientos, las detenciones y la incautación de bienes a los jefes de la droga. La última de estas acciones ocurrió en Bogotá -el pasado jueves. El cuerpo de élite de la policía desarticuló el llamado cártel de Bogotá. Según las autoridades, se trata de otra organización dedicada al envío de droga a Estados Unidos, que actúa independientemente de los cárteles de Cali y de Medellín. En total 20 inmuebles y una finca fueron allanados y 20 personas detenidas.
Asedio en Medellín
En Medellín, sede del más poderoso cártel de la cocaína, desde comienzos de este año el Ejército tiene prácticamente tomado el barrio Aranjuez, una de las zonas más populosas de esa ciudad. Dicen las autoridades que en ese sector, donde viven alrededor de medio millón de personas, tienen su sede las principales bandas de sicarios que trabajan para los narcotraficantes. "No más narcotraficantes, sicarios, ni subversivos en tierra paisa", decía la consigna que tienen los soldados que adelantan desde el 3 de enero este operativo. Casa por casa se realizan los allanamientos y las requisas se hacen a todos los transeúntes y vehículos que circulan por el lugar. Hasta el momento han sido detenidas 711 personas.
El otro frente de guerra es la guerrilla. También desde los primeros días de este año el Ejército combate con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) la convulsionada zona del Magdalena medio.
Según las autoridades, este grupo guerrillero -que simultáneamente está formulando al Gobierno propuestas de paztrata de reconquistar esta zona que estuvo en manos de las autodefensas de Gonzalo Rodríguez Gacha, el jefe de la droga muerto el pasado 15 de diciembre. Las denuncias de bombardeos y atropellos han sido pan de cada día en las poblaciones cercanas al sitio de los combates.
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