Bernstein y la 'Novena sinfonía' festejan la caída del muro
Con la interpretación de la Novena sinfonía de Beethoven, el pasado sábado se celebró en Berlín la caída del muro y la apertura de la Puerta de Brandeburgo. Más de 6.000 personas se congregaron en una plaza berlinesa para asistir al concierto a través de dos pantallas gigantes de vídeo. Dirigido por Leonard Bernstein -que afirmó que "Beethoven hubiera dado su bendición"-, este concierto se repetirá en Berlín Este.
El director norteamericano Leonard Bernstein dirigió en Berlín la Novena sinfonía de Beethoven, en un concierto celebrado en la sala de la Filarmónica de la capital alemana, con motivo de la caída del muro. Bajo la lluvia, más de 6.000 personas se congregaron en la plaza de la Gedaechtniskirche, en el centro de Berlín, para asistir a través de dos pantallas gigantes de vídeo, a la retransmisión en directo del concierto."No tengo palabras en este momento. Es maravilloso", balbuceó Leonard Bernstein, que no pudo contener la emoción cuando el coro entonó las palabras "todos los hombres son hermanos", de la oda a la Alegría cantada en el cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven, cuyo texto fue escrito por el poeta alemán Friedrich von Schiller. El director norteamericano, de 71 años de edad, afirmó tras el concierto: "Son las Navidades más felices de mi vida. Pensaba que moriría sin ver ésto". En el concierto, celebrado pocas horas después de la apertura de Puerta de Brandenburgo, participaron orquestas, conjuntos y cantantes de distintos países.
Durante el acontecimiento, que se repetirá en Berlín oriental, la presidenta del parlamento de la República Federal de Alemania, Rita Suessmuth, anunció un programa de ayuda para los niños de la perestroika y para el gran movimiento europeo en favor de los derechos humanos. "Queremos tender un puente de amistad hacia los nuevos países de la libertad. Es algo más que la cuestión alemana: se trata de Ia paz, la libertad y la justicia en Europa y en el mundo entero".
Leonard Bernstein también defendió el cambio en los países del Este con, estas palabras: "Estoy seguro que Beethoven hubiera dado su bendición".
