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LA CAÍDA DEL 'CONDUCATOR'

La URSS busca cómo "apoyar al pueblo rumano"

Pilar Bonet

PILAR BONET La Unión Soviética se ha dirigido a los Estados del Pacto de Varsovia para coordinar "acciones de apoyo al pueblo de Rumanía", según anunció el presidente Mijail Gorbachov ante el Congreso de los Diputados -el macroparlamento soviético, de 2.250 escaños-, al que se mantuvo al corriente de la situación en Rumanía en sucesivos despachos leídos durante la jornada de ayer. La reunión del Pacto, prevista para mañana, se canceló sin explicaciones.

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Gorbachov no aclaró la naturaleza del "apoyo" que el Pacto de Varsovia puede prestar a Rumanía, pero el primer ministro Nikolai Rishkov pareció excluir una intervención militar, al manifestar, pocos minutos más tarde, que en su opinión sería un error enviar tropas al país vecino. "No debemos repetir errores. Recientemente hemos valorado de nuevo los acontecimientos de 1968 en Checoslovaquia. Esto fue el 1 de diciembre. ¿Debemos repetirlo sólo unos días más tardeT', manifestó Rishkov a los periodistas.Anoche, el ministro húngaro de Exteriores, Gyula Horn, aseguró que esa reunión del Pacto., que debiera de haberse celebrado mañana, ha sido cancelada. Horrí no mencionó las razones de la decisión. Posteriormente, Gyeorgy Keleti, portavoz del Ministerio de Defensa húngaro, afirmó que los líderes militares rumanos habían acordado reunirse el domingo en Bucarest para poner fin a la guerra civil que asola el país. La radio húngara señaló que los militares opuestos a Ceaucescu "están tomando cada vez más control de la situación" y que se espera que los combates puedan finalizar "pronto".

Una emisora ra munitenían previsto celebsEl comunicado del Gobierno soviético emitido ayer suponía ya un claro alineamiento de la URS S con el levantamiento contra Ceaucescu. "El Gobierno de la URSS apoya los esfuerzos del Consejo del Frente de Salvación Nacional dirigidos a establecer la calma y el orden en el país", señala. "La URSS está dispuesta a prestar ayuda humanitaria, inmediata y efectiva al pueblo rumano y a la nueva dirección del país para liquidar las consecuencias de los trágicos acontecimientos de los últimos días", añade.

Según el comunicado, las informaciones llegadas desde Rumanía indicaban que el pueblo del país vecino había "roto decididamente con el régimen autoritario y comenzaba un camino de renovación democrática" y que se estaban formando .nuevas estructuras de poder con activa participación de los trabajadores". Los adversarios de los "cambios revolucionarios", no obstante, "intentaban oponer resistencia, no vacilando en recurrir al uso de las armas, sin tener en cuenta las víctimas entre la población".

Grupo de seguimiento

Gorbachov, que informó al Congreso del llamamiento a los países del Pacto de Varsovia a las cuatro de la tarde, manifestó que el Gobierno soviético ha creado un grupo especial para seguir los acontecimientos.

El Gobierno soviético, junto con distintas organizaciones, entre las que se incluye el Ministerio de Sanidad, coordinan las medidas para prestar ayuda a los heridos, el envío de medicamentos y médicos especialistas. Los primeros camiones cargados con medicamentos y materiales de primera necesidad ya llegaron a Bucarest, pero se encontraban bloqueados en las cercanías del aeropuerto de la capital, dijo el líder soviético. Más tarde Gorbachov informó al Parlamento que el Comité Provisional de Gobierno rumano se había dirigido a la URSS pidiendo medicinas y confiaba en la amistad y el apoyo de Moscú.

Rumanía era tema de conversación en los pasillos del Parlamento soviético, donde los diputados seguían las informaciones suministradas por el tablero electrónico de la agencia Tass. "Como militar creo que hay que ayudar al pueblo para que no aumente el número de víctimas. Hay que ayudar de un modo u otro, advertir para que esto cese. Hay que hacer algo", declaraba a esta corresponsal el coronel Vilen Martirosian, diputado por una región occidental de Ucrania y miembro del Grupo Interregional de Diputados.

"No puede ser que para defender a Ceaucescu, perezcan muchos miles de personas", decía Martirosian, según el cual, la ayuda militar "sería justificada, si se decide que, por petición de la gente -de la gente verdaderamente- hay que ayudar a la gente... pero no en defensa de una persona".

"Sin tener mucha información es muy difícil hacer declaraciones, pero por lo que ha dicho Gorbachov entiendo que apoyamos al pueblo rumano", decía Martirosian, uno de los militares diputados que se caracterizan por sus ideas reformistas.

La agencia oficial Tass estaba realizando ayer una intensa labor desde Bucarest, desde donde sus corresponsales suministran todo tipo de información sobre el terreno, incluida la petición de ayuda militar realizada a las tres de la madrugada por miembros del Comité Provisional rumano. Más de un teléfono, incluido elde esta corresponsal, sonó en la madrugada del sábado al domingo con mensajes desesperados de rumanos que pedían trasmitir a Mijail Gorbachov una llamada de socorro para que interviniera en Rumania.

A primera hora de la noche, Tass informó que sus corresponsales en Bucarest se habían visto obligados a abandonar temporalmente su oficina, en vista del recrudecimiento de los combates en los alrededores.

En sus despachos, los corresponsales de Tass habían asumido totalmente el lenguaje del levantamiento popular, llamando "terroristas" a los defensores armados de Ceaucescu.

Tass anunció ayer tarde la detención de Nicolae y Elena Ceausescu y otros miembros de "la banda del ex dictador", citando como fuentes la televisión rumana.

Los parlamentarios moldavos habían sido autorizados para volver a su República, fronteriza con Rumanía y formada en gran parte a partir de la Besarabia rumana. En Kisihiov, la capital de Moldavia, se había formado ayer una comisión gubernamental para prestar ayuda a Rumania, dirigida por el primer vicepresidente del Consejo de Ministros de la República, Mijail Platon.

En Moldavia se esperaba la llegada inmediata de primer contingente de heridos de Rumania y el Ministerio de Sanidad preparaba alojamiento para ellos. Se ha formado una brigada de médicos, dispuestos a prestar auxilio tanto en el territorio moldavo como en el rumano. Se han abierto también puntos de donación de sangre y de recogida de alimentos y ropas. Ha comenzado a formase la primera columna de automóviles para mandar a Rumania objetos de primera necesidad. Muchos moldavos tienen parientes en el vecino país.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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