Mitterrand y Bush analizan en el Caribe los cambios en Europa del Este

Los presidentes de Francia y Estados Unidos, François Mitterrand y George Bush, afirmaron ayer tras un encuentro relámpago en el Caribe que la reunificación alemán debe ser gradual y no puede separarse del proceso general de cambios en Europa. Asimismo condenaron la situación política en Rumania, que calificaron de "inaceptable y deplorable".

Bush y Mitterrand se reunieron durante dos horas y media en la parte francesa -la otra mitad es holandesa- de la isla antillana de San Martín, para examinar la situación mundial y en especial los cambios que se registran en el Este de Europa y el papel de Occidente en la configuración de la nueva Europa.

Con respecto a la reunificación alemana, ambos mandatarios reiteraron sus puntos de vista de que ésta debe producirse dentro del contexto de la creación de un nuevo orden europeo, que respete los acuerdos de Helsinki sobre la inviolabilidad de las fronteras fijadas a finales de la II Guerra Mundial.

El presidente Bush declaró en la conferencia de prensa conjunta celebrada al final del encuentro, que Estados Unidos no tenía ninguna intención de abandonar Europa a pesar de los cambios que se están produciendo en el Este y que esperaba participar con sus aliados europeos en la construcción de "una Europa total y democrática". "Incluso la URSS y los países del Este", dijo Bush, "desean que Estados Unidos permanezca en Europa como factor de estabilidad".

La Casa Blanca desmintió, horas antes del encuentro, que haya "divergencias reales" entre Mitterrand y Bush sobre el futuro de la Alianza Atlántica, que el presidente galo quiere reducir a un papel secundario, mientras el norteamericano defiende la consolidación de un rol político de ésta.