Mitterrand apoya la idea de Gorbachov de celebrar una 'cumbre' europea

El presidente francés, François Mitterrand, apoyó ayer, en la ciudad soviética de Kiev, la idea defendida por el máximo dirigente de la URSS, Mijail Gorbachov, de celebrar una conferencia, bautizada con el nombre de Helsinki 2, el año próximo, con participación de los 35 países firmantes del Acta Final de Helsinki.

François Mitterrand y Mijail Gorbachov expresaron una amplia coincidencia de puntos de vista en una nocturna conferencia de prensa, después de haberse entrevistado durante aproximadamente dos horas en el palacio María de Kiev, un edificio construido en el siglo XVIII para la familia imperial rusa, donde fue recibido también el general De Gaulle en 1966. La coincidencia entre ambos líderes comprende:

— La toma en consideración de la existencia de dos Estados alemanes como realidad surgida en la posguerra y ratificada por el Acta Final de Helsinki en 1975.

— El enfoque de las relaciones entre los Estados alemanes dentro de un contexto global europeo.

-La necesidad de una cumbre europea (Helsinki 2) para abordar los dinámicos cambios que se producen en el continente, y que, entre otras cosas, plantean el problema de las relaciones entre los dos Estados alemanes.

— La necesidad de garantizar una estabilidad en los procesos en marcha.

— No injerencia en el desarrollo interno dentro de los dos Estados alemanes.

— Prudencia y dar tiempo al tiempo.

"Helsinki 2 está más cerca, si de la posición de la Unión Soviética y Francia se trata", dijo Gorbachov, que acudió a Kiev acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze. Este se entrevistó con su colega francés, Roland Dumas.

"La CSCE [Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa] ha sido, durante mucho tiempo, el único sitio donde todos los europeos, EE UU y Canadá podían hablarse", dijo Mitterrand, que se mostró animado por las perspectivas de desarme que la cumbre informal de Malta acaban de abrir. "No es el momento de abandonar", exclamó el presidente francés, según el cual, aunque Helsinki planteó la inviolabilidad de las fronteras, hay que contar con las realidades populares. "Ningún país en Europa puede permitirse actuar sin tener en cuenta el equilibrio europeo, los otros países y las circunstancias históricas". Interpelado sobre la reunificación alemana, Gorbachov reiteró el punto de vista soviético según el cual hay unas realidades surgidas en la posguerra y ratificadas en Helsinki. "Los cambios que hoy suceden", señaló, "no alteran la situación".

Ambos políticos hablaban en la Casa de los Sindicatos de Kiev, frente a la cual se habían reunido unas 1.000 personas, en una manifestación de carácter nacionalista, portando banderas ucranianas y pancartas contra la censura y contra el partido comunista.

Por primera vez, la cumbre de Malta ha dado a los responsables de la política exterior soviética la impresión de que Washington comprende los problemas de Gorbachov y está dispuesto ayudarle a reformar el país, aunque los acuerdos económicos en ciernes no sean más que el inicio de un largo proceso. Esta comprensión era valorada ayer como el resultado más importante de la cumbre de Malta por medios de la delegación soviética que acompañó a Gorbachov a Kiev.

Moscú ha conseguido de Francia un apoyo más entusiasta para Helsinki 2 que el que le diera EE UU. El presidente Bush, aparentemente, escuchó con interés la idea, pero no se compro metió en ella.