"No habrá un ajuste económico más duro"
Felipe González manifestó que las medidas adoptadas antes de las elecciones para enfriar la economía están comenzando a dar frutos y no es necesario adoptar otras de mayor dureza, pero añadió que si las creyera necesarias, se harían. En este sentido, ofreció acuerdos con los interlocutores sociales para mantener un desarrollo equilibrado de la economía.
En materia fiscal anunció una reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)con un tratamiento "favorable para las rentas más bajas" para "estimular el ahorro, que ha disminuido de forma paralela al consumo".
González también anticipó la reforma de los servicios públicos de empleo Para fomentar la contratación indefinida y la conversión de contratos temporales en estables; anunció una ley de pensiones no contributivas e igualar en 1990 la pensión mínima familiar al salario mínimo y el deseo de dar protección a los mayores de 45 años, pero con preferencia a la lucha del desempleo frente a la política de subsidios. También anunció mejoras en los servicios públicos como la Sanidad, particularmente la atención primaria, y la Educación, mediante una reforma de los niveles no universitarios y una adecuación entre oferta y demanda de titulados universitarios.
González afirmó que combatiría el problema de la vivienda con "reformas legales" y medidas fiscales, así como por el medio ambiente y el peligro de estrangulamiento económico por falta de carreteras, ferrocarriles y obras hidráulicas.
El candidato afirmó que daría prioridad a la inseguridad ciudadana mediante la mejora de los medios personales y materiales de la policía y la reforma consensuada del Código Penal y reiteró su voluntad de que los terroristas cumplan la integridad de su condena. Felipe González también ratificó que se reducirá la mili a nueve meses.
