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HACÍA UNA NUEVA EUROPA

Mazowiecki defiende la reforma checoslovaca en Moscú

Pilar Bonet

El jefe del Gobierno polaco, Tadeusz Mazowiecki, destacó la importancia del proceso de democratización, respeto a los derechos humanos y a la voluntad popular en marcha en Checoslovaquia durante una conferencia de prensa celebrada ayer en Moscú, al término de la primera parte de su visita oficial, durante la cual ha mantenido conversaciones con Mijail Gorbachov y el jefe del Gobierno, Nikolai Rizhkov. El dirigente polaco, un católico veterano de Solidarnocs (Solidaridad), subrayó en varias ocasiones que su visita a la URSS "no es un acontecimiento corriente".Mazowiecki se presentó en Moscú como un representante del Estado polaco más que como un político adscrito a una determinada tendencia. Con ese espíritu, Mazowiecki evitó entrar en detalles sobre los fulminantes cambios que han ocurrido en Praga durante su estancia en Moscú. "No quiero inmiscuirme en cuestiones internas, porque mi voz no es la de un ciudadano privado, y por eso me contengo", señaló cuando le preguntaron qué pensaba de los acontecimientos checoslovacos, tras una serie de bromas motivadas por la circunstancia de que el jefe del Gobierno había estado la noche anterior en el restaurante Praga de Moscú.

Las tropas soviéticas

Mazowiecki no tendría "objeciones" ante la idea de que las cuatro potencias vencedoras en la II Guerra Mundial reafirmaran que las fronteras de Europa son inviolables en aras de la estabilidad en el continente. Esta reafirmación de los principios que han regido el equilibrio europeo desde la posguerra es una idea que está en el aire en medios diplomáticos occidentales.

La presencia de tropas soviéticas en Polonia no fue puesta en cuestión en las conversaciones que Mazowiecki mantuvo con sus interlocutores soviéticos pero sí se tocaron "algunas cuestiones financieras" relacionadas con esta presencia, y se tomó la decisión de estudiar conjuntamente el tema. Observadores políticos en Moscú creen que Mazowiecki hacía referencia a las condiciones de mantenimiento del contingente soviético estacionado en Polonia.

Varsovia quería un aumento del suministro de petróleo que recibe de la URSS, pero el volumen de abastecimiento se mantendrá a los niveles actuales, dijo Mazowiecki, según el cual era difícil. esperar que este tema se resolviera en cuestión de días.

El esclarecimiento de la matanza de oficiales polacos en los bosques de Katyn (en la región occidental soviética de Esmolensco) es una de las demandas más perentorias del Gobierno polaco. Mazowiecki visitará este lugar, donde en 1943 los alemanes descubrieron los cuerpos de más de 4.000 oficiales. Durante muchos años, la matanza, que la mayoría de los polacos consideran una obra de la NKVD soviética (la policía política), fue atribuida oficialmente a los nazis. Una comisión de historiadores soviético-polaca estudia esta cuestión, que Mazowiecki trató especialmente con Gorbachov. El dirigente polaco expresó ayer su deseo de que esta "delicada" cuestión se aclare rápidamente. La parte soviética comprendió la importancia que esto tiene para los polacos, aseguró.

La próxima visita de Mijail Gorbachov al Vaticano fue uno de los temas que surgió en la conversación con Mazowiecki, cuyo primer viaje al extranjero estuvo dedicado al Papa Juan Pablo II. Maiowiecki consideró que el encuentro de Gorbachov con el Papa tiene una gran importancia moral, y que ambos interlocutores esperan con gran interés el primer encuentro de la historia entre un máximo líder soviético y el jefe de la Iglesia católica. "Tendrá una amplia resonancia moral", dijo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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