Zumeta, la creación como impotencia

La trayectoria artística del pintor guipuzcoano José Luis Zumeta (Usurbil, 1939) ha quedado reflejada en una exposición antológica compuesta por cerca de 50 obras, inaugurada el martes en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. La muestra coincide con la edición del libro Zumeta. Retrospectiva, que cataloga la obra realizada por el artista guipuzcoano en los últimos 28 años. "Pintar es pura impotencia", ha dicho Zumeta.

"La exposición demuestra", explica José Luis Merino, autor de la publicación, "que la trayectoria de Zumeta es una continua búsqueda. Una enorme insatisfacción le empuja por el camino de la creación". La muestra permanecerá en Bilbao hasta finales de año, y posteriormente se trasladará a Vitoria, San Sebastián y Pamplona.Las primeras obras recogidas en la exposición antológica de Zumeta datan de 1961, época en la que sus pinturas recogen formas horizontales que contienen colores puros. "A partir de estos cuadros, Zumeta inicia un caminar ininterrumpido", dice Merino. "Desde esos primeros momentos su vida se verá marcada por una búsqueda permanente".

Zumeta fue fundador, en 1965, de Gaur, el grupo de artistas vascos del que formaron parte Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, lRemigio Mendiburu, Néstor Basterrechea, Rafael Balerdi, Amable Arias y José Antonio Sistiaga. "Al arte que nosotros mostrábamos sólo le hacía caso una minoría. Desde el momento de creación del grupo fue aceptado por más gente, posiblemente por el contenido político que llevaba dentro", apunta Zumeta. "Resultaba chocante ver cómo en un mundo provinciano como el de aquí por un momento se puso en duda quiénes eran mejores, si los que pintaban de manera clásica o nosotros. A mí personalmente me estimuló mucho".

La exposición antológica permite recoger la evolución del artista guipuzcoano dentro de la abstracción hacia una etapa más eflexiva, iniciada alrededor de 1975, que Merino denomina "pintura de los grises". "Empezaban a venderse sus obras", recuerda el escritor y comisario de la exposición. "Pero Zumeta no lo vio claro. Creyó que por el camino anterior no iba a encontrar lo desconocido".

Después de 20 años pintando abstracto, Zumeta dio a finales de los años setenta un salto hacia la figuración. "Sus obras figurativas", indica Merino, "son como un río de recuerdos y sensaciones. Amigos, parientes, evocaciones del pasado, cualquier visión real o imaginaria llega a los cuadros por el camino indirecto de la ensofiación, pintado con su energía habitual".

Zumeta recuerda que la etapa flgurativa llegó tras una época "en la que trabajaba cada vez sobre un espacio mayor" y sentía que su pintura perdía contenido. Influenciado por la fotografía de Diane Arbus e interesado por regresar a la realidad, intentó "retomar temas cotidianos que reflejarán una crónica social".

Superada la etapa figurativa, Zumeta sintió "la necesidad de trabajar con más espontaneidad" e inicia una nueva experiencia. Entre 1984 y 1985 abandonó la pintura sobre lienzo y optó por utilizar cartón de embalar y témpera. Merino destaca que se trata de una época capital en la historia plástica del pintor, "en la que trabajó con menos condicionamientos". Y Zumeta subraya: "Quería evitar la reflexión y trabajar con un material de rápida ejecución. Pintar sobre cartón amplió mi libertad".

La exposición cierra su recorrido por la obra de Zumeta con los óleos pintados desde 1987. Merino no puede dejar de recordar las palabras del pintor: "Pintar es pura impotencia. Afloran los mínimos, y todo lo que hay debajo es pura impotencia".