Los rebeldes y los rehenes de EE UU abandonan el hotel de San Salvador sin violencia
A las 8.40 de ayer salieron a bordo de dos camionetas descubiertas los 13 soldados norteamericanos que durante 12 horas habían convivido, separados por una barricada construida con un simple colchón, con un grupo de guerrilleros izquierdistas en el hotel Sheraton de San Salvador. Los rebeldes y los rehenes, que finalmente no se trasladaron a la Embajada de España como se previó incialmente, habían salido del edificio a última hora de la tarde del martes (madrugada de ayer en España) como fruto de un acuerdo negociado por la Iglesia católica.
De esta manera concluyó uno de los episodios más confusos y surrealistas que se ha conocido en esta guerra. Coincidiendo con el abandono del hotel, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) retiró también sus fuerzas desplegadas en la noche del martes en las lujosas zonas residenciales que rodean el Sheraton, en las que ayer sólo se escucharon algunos tiroteos aislados, procedentes, al parecer, de los francotiradores que deja la guerrilla para proteger su retirada.Una normalidad precaria volvió ayer a San Salvador, pero quedó también la convicción de que el FMLN tiene capacidad para volver a atacar cualquier barrio de la ciudad en cualquier momento y de mantener en jaque permanente a las fuerzas armadas salvadoreñas.
Sin apenas bajas en su ofensiva del martes sobre los barrios ricos, el FMLN demostró a la clase alta y a la clase política salvadoreña que puede llevarles la guerra a la puerta de su casa y, al mismo tiempo, tocó las fibras sensibles de EE UU al haber tenido durante medio día al alcance de sus fusiles, de sus morteros y de sus granadas a un buen número de soldados de elite norteamericanos que formaban parte de las llamadas unidades temporales de adiestramiento del Ejército salvadoreño.
La acción del FMLN, que podría haber provocado la muerte del secretario general de la OEA, Joao Baena Soares, retenido en el hotel durante varias horas, y de los propios soldados norteamericanos, no fue, sin embargo, suicida. Los guerrilleros bajaron del volcán San Salvador, ocuparon el hotel sin causar víctimas y forzaron al Gobierno a una tregua no reconocida que permitió que los rebeldes volvieran a la montaña sin dejar atrás una sola gota de sangre, pero sí una clara prueba de su capacidad militar.
Los obispos Gregorio Rosa Chávez, auxiliar de San Salvador, y Emil Stehle, de Ecuador, negociaron con el FMLN y con el Gobierno salvadoreño una tregua entre las 17.15 y las 18.15 horas del martes para trasladar a los rehenes a las embajadas de sus respectivos países a bordo de vehículos de la Cruz Roja. Inicialmente, el FMLN había pedido que todos los rehenes fuesen entregados a la Embajada de España, pero después los obispos negociaron otra fórmula.
Últimos en salir
Los soldados norteamericanos permanecieron en el hotel vacío cerca de catorce horas después de que los rebeldes abandonasen las instalaciones. Según ellos mismos confesaron, tenían miedo de que el FMLN hubiera montado un plan para atacarles a la salida y, obviamente, no de mostraron tener demasiada confianza en las fuerzas del Ejército salvadoreño, que ya desde la noche del martes tenía el control del hotel y de sus alrededores.Protegidos detrás de un colchón y armados con fusiles y pistolas, los soldados norteamericanos -entre ellos, dos puertorriqueños- dijeron que "los chicos malos" podían volver en cualquier momento.
La reanudación del diálogo entre el Gobierno y la guerrilla salvadoreña tendrá lugar hoy, jueves, en Caracas para tratar de concertar nuevamente un cesó al fuego después de los sangrientos enfrentamientos desatados, informa Ludmila Vinogradoff. Gracias a la mediación ofrecida por el presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, en la nueva ronda de conversaciones intervendrán los ministros de la Presidencia y de Justicia de El Salvador, Juan Martínez Valero y óscar Santamaría, y los representantes del FMLN que llegaron a la capital venezolana ayer tarde. También llegó ayer a Caracas el dirigente salvadoreño del MNR, Guillermo Ungo.
[Un avión de la Fuerza Aérea española, con más de siete toneladas de material de socorro y medicinas con destino a El Salvador, partió ayer de Barajas, según informaron fuentes oficiales a Europa Press].
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