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Mitterrand: "No temo la reunificación alemana"

"No me da miedo la reunificación alemana..., lo que cuenta es el deseo de¡ pueblo alemán", declaró ayer en Bonn el presidente de Francia, François Mitterrand, al término de la cumbre franco-alemana occidental celebrada en la capital de la República Federal de Alemania. En la conferencia de prensa que ofreció junto al canciller Kohl, el presidente francés precisó que la llamada cuestión alemana será el asunto predominante en Europa durante la próxima década.

Mitterrand aprovechó precisamente este asunto -que despierta sospechas acerca de la atracción alemana por el Este en detrimento de Occidente- para añadir que "cuanto más rápidamente se desarrollan los acontecimientos en el Este de Europa, más necesaria se hace la integración de la Comunidad Europea".La primera pregunta dirigida a Mitterrand, que se oyó en la repleta sala de Prensa -de la cancillería, en Bonn, fue la relativa a la reunificación alemana. El presidente francés pareció feliz de poder aclarar la cuestión in situ, y despejar así los temores de quienes creen que Francia se opone radicalmente, por principio, a que los dos Estados nacidos de la II Guerra Mundial vuelvan a ser uno solo.

El canciller Kohl, a su lado, pidió rápidamente a un intérprete que se sentara a su lado. "Quiero oirlo bien, esta es una cuestión muy importante", dijo. Mitterrand, con cierta guasa, apuntó. "¿Cree usted que es tan importante?".

"No tengo miedo de la reunificación", dijo el presidente francés una vez hecho el silencio, y colocados los intérpretes. "Creo que el deseo de reunificación es legítimo para los alemanes. Lo que cuenta por encima de todo es la autodeterminación y el deseo del pueblo alemán". Mitterrand explicó que no le sorprendería en absoluto que en los próximos diez años se produjera un movimiento claro en este sentido. "Primero tienen que ser los alemanes quienes lleguen a este punto" dijo, "de momento no hemos aún llegado, hay dos Estados y la situación no ha evolucionado lo suficiente, pero cuando se produzca tendremos que admitirla como cualquier otra cosa que sucede en la historia y actuar en consecuencia".

Antes, el canciller Kohl había explicado que la cumbre se había centrado casi exclusivamente en la cadena de acontecimientos que afecta a los países del este de Europa y quiso dejar claro que el interés de Bonn en el proceso de cambio de la Re pública Democrática Alemana (RDA) no significaba que Bonn aflejara su compromiso con la Comunidad Europea (CE).

En este punto, ambos gobernantes se mostraron totalmente de acuerdo. Para Mitterrand, que anianció una próxima visita a Berlín Oriental para entrevistarse con Egon Kreríz, la mejor manera de ayudar a mantener la estabilidad ante la dinámica situación de los países de la Mitteleuropa (Europa Central) es acelerar la integración de la CE. Kohl, por su parte, fue claro al asegurar que los acontecimientos de la RDA "hacen urgentemente necesario que llevemos el proceso de unidad europea mucho más lejos". Para el canciller, los problemas alemanes "solo pueden resolverse bajo un tejado europeo. No somos nómadas entre dos mundos. Nuestro lugar está en la comunidad occidental de valores", añadió.

Los temas que teóricamente llevaban en cartera Koffl y Mitterrand, con vistas a la cumbre comunitaria de Estrasburgo con la que finalizará la presidencia francesa de la CE, pasaron evidentemente a segundo plano. Tanto Francia como la RFA están básicamente de acuerdo en lo que respecta a la Carta Social europea, pero encuentran en su camino a Margaret Thatcher, que ha querido descalificar este documento calificándolo de "marxista".

Thatcher y Europa

Mitterrand fue cáustico con la primera ministra británica. "No podemos decir que la señora Thatcher lleve a cabo una política arítieuropea", explicó, "ella es europea a su manera, que no es, la misma que la mía". Koffl fue menos personal en este tema, pero aseguró que es "impensable" construir Europa sin los trabajadores.

Los temas que enfrentan a los dos países fueron dejados de lado. La unión monetaria, algo en lo que básicamente están de acuerdo Francia y la RFA, pero en el que les separa la fortaleza del marco, por un lado, y la resistencia del Bundesbank a perder su independencia, por otro, fue dejado de nuevo en manos de los expertos, que, además, tendrán que lidiar con la contrapropuesta británica, que rebaja en mucho las expectativas francesas de lograr algún avance en Estrasburgo. Kohl, sin embargo, hizo promesas vagas de que "se estudiaría cuidadosamente", pese a que es evidente que el temor a adquirir ningún compromiso antes de las elecciones de finales del año que viene, por los efectos que una integración monetaria rápida tendría para la economía de la RFA, descarta que en Estrasburgo se vaya a avanzar en este asunto.

Otro tanto sucedió con problemas más concretos como el del consorcio aereonaútico europeo Airbus, cuya nueva factoría se disputan los cuatro socios -Francia, la RFA, el Reino Unido y España- y que, dijeron los portavoces de ambos gobernantes, no había sido tratado durante las entrevistas y había sido puesto, también, en manos de los expertos.

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