Una sensación de vacío de poder se adueña de la URSS

El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, llegó ayer a la capital de Finlandia, Heisinki, para una visita oficial de tres días, dejando tras de sí en la URSS un clima en el que la crisis económica se combinaba con una nueva agitación política y una sensación de vacío de poder. Esto se evidenciaba en un reinicio de la huelga en la región minera de Vorkutá, en el círculo polar Ártico, pese a la prohibición adoptada por el Soviet Supremo el 9 de octubre pasado.

En Vorkutá, las reivindicaciones políticas, ya presentes en las huelgas que estallaron el pasado verano, adquieren nueva fuerza en vista de la falta de cumplimiento de las promesas económicas con las que el Gobierno soviético consiguió atajar la oleada de huelgas de julio, según manifestó telefónicamente a esta corresponsal Valentín Kopasov, miembro del Comité de Trabajadores local.Las diferencias existentes en el seno de la dirección soviética en tomo a la reforma económica, la piedra de toque del proyecto democratizador de Mijail Gorbachov, se ponían de manifiesto, por otra parte, en unas declaraciones del viceprimer ministro Leonid Abalkin al semanario Novedades de Moscú.

Abalkin manifestó que si el país continúa trabajando como lo hace no hay esperanzas de resultados positivos. Según Abalkin, hoy más que nunca se necesitan decisiones administrativas rápidas, y no reuniones y discusiones.

En un encuentro con la redacción de Pravda, del que informaba ayer este periódico, Gorbachov manifestó el lunes que el Gobierno tiene dificultades en la elaboración de un programa de medidas de urgencia para sacar adelante la economía. Una importante conferencia económica está planeada para la semana próxima en Moscú, donde Mijail Gorbachov se reunió esta semana con los economistas más prestigiosos del país.

La ley de propiedad

La ley de la propiedad, pilar de la reforma, no ha sido aprobada aún por el Parlamento. En la redacción de Pravda, el líder dijo que tanto la derecha como la izquierda tratan de sacar partido de la "gravedad de la situación". En presencia del nuevo director del periódico Iván Frolov, Victor Afanasiev, el director cesante, reprochó a Gorbachov no haber visitado Pravda anteriormente.

Entre 5.000 y 6.000 mineros, de la plantilla de dos de las 13 minas de la región, reanudaron ayer la huelga en Vorkutá, informó Valentín Korasov, según el cual los mineros de los pozos restantes procedían ayer a votar para decidir si se incorporaban o no a la huelga. "En vista de la falta de deseo de las autoridades centrales de satisfacer nuestros deseos, el comité decidió renovar la huelga de Vorkutá", dijo Korasov, parafraseando un texto redactado por el Comité de Trabajadores. "El sistema económico actual es incapaz de resolver los problemas. Por éso, tenemos reivindicaciones políticas que incluyen reconocer el estatuto del Comité de Trabajadores, informar sobre cómo ha votado cada diputado del Soviet Supremo de la URS S, eliminar los diputados de las organizaciones sociales, incluir en el orden del día la eliminación del Artículo 6 de la Constitución (que reconoce el papel dirigente del partido comunista), elegir directamente al presidente del Soviet Supremo de la URSS y protestar por la forma en que ha informado la Prensa soviética".

Kopasov se quejó de la falta de interlocutor válido y de que la delegación gubernamental dirigida por el viceministro de la Industria del Carbón, enviada por Moscú a Vorkutá, no tenía competencias para resolver los problemas.

El fiscal de Vorkutá, en una alocución radiofónica, dijo el martes que las huelgas no eran legales y amenazó con despidos, informaron dos residentes locales, según los cuales la situación era tensa en la ciudad.

De hecho, dos de las reivindicaciones políticas de los mineros -la elección directa del presidente de las repúblicas y la supresión de los contingentes reservados a organizaciones sociales- fueron aprobadas por el Soviet Supremo de la URSS el martes en el marco de la reforma de la Constitución, que ha de permitir la puesta en marcha de un nuevo sistema electoral.

Las modificaciones constitucionales sólo serán efectivas cuando las apruebe el Congreso de los Diputados Populares de la URSS, que se reúne el próximo 10 de diciembre.

Ucrania y Bielorrusia

Medios jurídicos occidentales opinan que las enmiendas constitucionales aprobadas por el Soviet Supremo son un arma de doble filo para los sectores reformistas que las apoyaron, por cuanto no gozan de suficiente peso en la sociedad soviética y el sistema de cuotas reservadas permitía al menos guardar unas proporciones que posiblemente van a alterarse.

El Soviet Supremo de Ucrania, de la República Federativa Rusa y de Bielorrusia se habían reunido ayer para aprobar sendas leyes electorales. En la Plaza Roja, varios centenares de personas, miembros de organizaciones informales, formaron una cadena con objeto de influir en los ánimos de los parlamentarios de la República Federativa Rusa, que se reunían en el interior del Kremlin.

En Ucrania, el proyecto de ley electoral sometido a discusión eliminaba los contingentes para organizaciones sociales, establecía el principio de pluralidad de candidatos y daba derecho a promover candidaturas a los colectivos laborales con plantillas de un mínimo de 200 personas.