Argentina y el Reino Unido restablecen en Madrid relaciones consulares
Argentina y el Reino Unido dieron ayer un gran paso hacia la normalización de sus relaciones, rotas con motivo de la guerra de las Malvinas en 1982, al acordar el restablecimiento de relaciones consulares y comunicaciones aéreas y marítimas, según la declaración suscrita por ambas delegaciones al término de tres días de negociación en Madrid.
El acuerdo fue leído y explicado en una conferencia de Prensa conjunta que dieron por la tarde en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores español los jefes de la delegación británica, el embajador en la ONU, Crispin Tickell, y argentina, el representante especial Lucio García del Solar.Ambos agradecieron al Gobierno español su generosa hospitalidad y se comprometieron a encontrarse de nuevo en la capital de España el 14 y 15 de febrero próximo para una segunda ronda de conversaciones que, probablemente, concluirá con la reanudación de relaciones diplomáticas plenas.
Preguntado sobre cuándo se daría ese último paso, Tickell contestó recordando que figuraba en la agenda de la próxima reunión mientras su homólogo argentino respondía que su "impresión es que no falta demasiado tiempo".
La declaración conjunta, de cinco folios, empieza recogiendo una fórmula, solicitada sobre todo por Buenos Aires, en la que se recalca que nada en el contenido de la reunión negociadora será interpretado como un cambio en la posición de Argentina o del Reino Unido acerca de la soberanía de las islas Malvinas.
A continuación ambos Gobiernos toman nota "de que todas las hostilidades entre ellos habían cesado" y se comprometen mutuamente "a no efectuar reclamaciones (...) en relación con las pérdidas o daños ocasionados por las hostilidades (...)". La fórmula evita a Buenos Aires tener que proclamar el cese de las hostilidades tal y como se lo había pedido Londres.
Para instaurar la confianza mutua entre ambos beligerantes el Gobierno británico anunció también unilateralmente la supresión del requisito del acuerdo previo para que los buques mercantes argentinos entren en la zona de protección de 150 millas en torno al archipiélago al tiempo que reducen un poco esta zona para hacerla coincidir con los límites de la de conservación pesquera.
Los pesqueros argentinos podrán de ahora en adelante faenar en 4.000 kilómetros cuadrados suplementarios de aguas del Atlántico sur, y, para desarrollar la cooperación pesquera, ambas delegaciones crearon ayer un grupo de trabajo. Entre las medidas de confianza no figura la reducción, deseada por Buenos Aires, de la presencia militar británica en las islas, que ronda los dos mil hombres; es decir, que supera ligeramente al número de malvinenses.
Argentina no tenía, por su parte, que ofrecer ninguna medida substancial de confianza. Cuando un periodista de un diario escocés preguntó si era cierto que el Gobierno del presidente Carlos Menem tenía la intención de construir o adquirir un portaaviones, García del Solar le contestó con humor: "Tenemos tan pocos recursos que no nos alcanzan ni para comprar un bote a vela".
El capítulo de las relaciones comerciales y financieras también queda recogido en la declaración y, concretamente, las exportaciones británicas a argentina podrán ser de nuevo respaldadas por seguros a corto plazo, al tiempo que una misión comercial del Reino Unido se desplazará a Buenos Aires a finales del mes próximo. Más importante aún para Menem es el acuerdo de Londres de "facilitar el establecimiento de vínculos de cooperación entre Argentina y la Comunidad Europea", cuyo mutuo acercamiento podía ser vetado por el Reino Unido.
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