El Congreso húngaro sigue su maratón por la democracia
El Parlamento húngaro continuó ayer en su maratón por construir la democracia y aprobar leyes que borrarán casi todo vestigio de la antigua Constitución estalinista. Mientras, Imre Poszgay, ministro de Estado y cabeza visible de los reformistas, comenzaba oficialmente su campaña presidencial con una gira por provincias. El candidato fue vitoreado por sus seguidores, que lo ven como el hombre fuerte necesario para la etapa de transición a la democracia.Los grupos opositores, Foro Democrático y Alianza Democrática Liberal, lo atacan argumentando que Poszgay "se hizo grande en el seno del partido comunista" y recuerdan "sus orígenes, de los que ahora no puede renegar".
Las elecciones presidenciales, previstas para el 25 de noviembre, pueden posponerse, según fuentes aún sin confirmar, hasta el 3 de diciembre. Participarán en ellas tres candidatos: Irnre Poszgay; el actual ministro de Justicia, Kalman Kulcsar, elegido por el Frente Patriótico, y Lajos Für, presentado por el grupo opositor Foro Democrático.
Según la nueva Constitución transitoria -que volverá a ser revisada por el Congreso el próximo año después de la primera elección parlamentaria libre desde 1947-, el presidente será elegido por voto secreto y directo y su figura política no será solamente protocolaria, sino que tendrá poder real. El presidente puede implantar los estados de emergencia y de guerra, constituir un Consejo de Defensa Nacional y disolver el Parlamento en casos específicos.
En el Congreso de Budapest, la sesión de ayer fue una rotunda victoria de los reformistas radicales. Por mayoría se aprobó la ley de Partidos Políticos, que detalla su constitución, funcionamiento y financiación, que no podrá provenir del exterior. Se contradijeron, además -por 323 votos a favor, 4 en contra y 15 abstenciones-, las argumentaciones del último Congreso del Partido Socialista Húngaro y se aprobó la disolución de las organizaciones del partido en los lugares de trabajo. Éstas desaparecerán de las empresas magiares a más tardar tres meses antes de las elecciones parlamentarias libres de principios de 1990.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.