El difícil arte de la predicción
El concepto de predicción de terremotos ha experimentado en los últimos 15 años una evolución sustancial. La consideración actual es que para evaluar objetivamente una predicción es necesario definir con anterioridad qué entendemos por ello. La opinión más extendida es que una predicción consiste en la determinación del lugar, fecha y magnitud de un terremoto. Además, la predicción es necesario clasificarla según el tiempo existente entre la ocurrencia del terremoto que va a producirse y el momento de su anuncio. De esta forma, se clasifican en plazo lejano, intermedio y corto.Se ha avanzado en el problema de la predicción a largo plazo. En algunos casos la predicción a medio plazo también ha podido ser realizada en los últimos años con bastante precisión. Éste es el caso del experimento de predicción de Parkfield en la falla de San Andrés en la parte central de California, donde se espera un terremoto -en los próximos dos años, lo que ha llevado a establecer gran cantidad de instrumentación que permita detectar fenómenos precursores a corto plazo que es, en definitiva, la predicción necesitada por la Protección Civil. Frente a estas definiciones, el terremoto de ayer, en los estudios realizados de predicción estaba considerado como de tipo intermedio, y ha ocurrido por delante de aquellos otros, como el de Parkfield, que se esperan con mayor probabilidad.
