La RDA cierra su frontera con Checoslovaquia y permite la salida de 5.000 'rezagados'
El Gobierno de la República Democrática Alemana (RDA) dio ayer un doble paso para frenar la oleada de ciudadanos de su país que huían a Occidente desde Praga. Primero, ordenó el cierre de la frontera con Checoslovaquia, único país al que los ciudadanos de la RDA podían viajar sin visado, y más tarde aceptó la salida de los más de 5.000 rezagados, refugiados que habían llegado tarde a la salida masiva del pasado fin de semana y habían vuelto a repletar la Embajada de la RDA en Praga. Otros miles de aspirantes a refugiados se hallaban ayer en el exterior de la Embajada de Praga, por lo que se estima que el número de integrantes de esta nueva salida masiva superará los 10.000.
([Berlín Este prometió ayer que enviaría trenes estatales para sacar a los refugiados hacia la RFA desde Praga, pasando por su propio territorio, como ya lo hizo el domingo pasado. Sin embargo, hasta última hora de anoche los trenes no habían llegado hasta la estación de Praga y miles de refugiados se disponían a pasar la noche esperando subirse a los convoyes cuando llegaran, informa Reuter. La RDA no dió explicaciones por la tardanza de los trenes. El ministro de la Cancillería de la RFA, Rudolf Steiner, por su parte, atribuyó la demora a "problemas técnicos" que no específico, aunque se declaró confiado en que la RDA cumplirá lo acordado]).La solución al nuevo conflicto de refugiados había llegado cuando Seiters, anunció que el canciller Helmut Kohl se hallaba hablando por teléfono con el primer ministro checo, Ladislav Adamec, cuando el representante diplomático de Berlín Oriental en Bonn (ambos países no mantienen embajadas), Horst Neubauer, le comunicó que se había llegado a un acuerdo.
A lo largo del día la situación en Praga se había hecho exasperante. Si el lunes por la tarde no más de 600 alemanes orientales habían conseguido penetrar en el palacio Lobkowitz, sede diplomática de la RFA en Praga, aquella misma noche, tras romper las barreras policiales, cerca de dos millares más consiguieron entrar. Ayer por la mañana, otra avalancha, que según testigos podría ser de más de 3.000 personas, tras luchas a brazo partido con la policía checa, animada por los aplausos de los ciudadanos de Praga, rompió de nuevo el cordón policial y entró en la Embajada. Fuera, de todos modos, siguieron congregándose más refugiados, pese a que el personal diplomático cerró definitivamente sus puertas. Incluso entonces, varios centenares trataron de saltar la verja y la policía cargó contra ellos, causando varios heridos, que fueron tratados en el interior de la Embajada.
En Berlín Este, la indignación por el giro que tomaba los hechos se plasmaba en una serie de notas de ADN, la agencia de noticias de la RDA, en las que se acusaba directamente a Bonn de tratar de boicotear las celebraciones del 40 aniversario de la creación de la RDA, el próximo día siete, a las que asistirá el líder soviético Mijail Gorbachov. El propio Erich Honecker acusó a la RFA de "insolente" y de intentar "desmontar el Estado socialista". [Honecker atribuyó a "razones hurnanitarias" la decisión de dejar salir a los refugiados, en una entrevista que publicará hoy el diario británico Daily Mirror. "Había riesgo de enfermedad entre los niños que se encontraban en la embajada de Praga", dijo Honecker, informa Reuter].
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