El drama de los hebreos soviéticos, en una exposición

Un siglo de ambivalencia: los judios en Rusia y la URSS desde 1881 hasta hoy, es el título de la primera exposición de la temporada del Museo Histórico Judío de Amsterdam, dedicada esta vez al drama de los hebreos soviéticos, una comunidad de cinco millones de personas dividida entre a lealtad a su propia cultura o la adhesión a los acontecimientos políticos y sociales de] país donde nacieron.A través de 300 fotografias originales de gran calidad, la muestra recoge 108 años de la historia de la Unión Soviética marcados por la revolución de 1917 y sus dramáticos reajustes, las dos guerras mundiales y la represión estalinista, que acabó con la floreciente cultura hebrea y el fuerte antisemitismo anterior a Hltler que provocó la gran emigración de los años 1882 a 1914 hacia Estados Unidos.

Precisamente este último extremo es aprovechado por Zvi Gitelman, autor del ensayo que presenta el catálogo, para asegurar en este texto que la llegada de los judíos rusos a Norteamérica cambió tanto el carácter de la comunidad asentada en el Nuevo Mundo, al aplicar sus tradiciones políticas, sociales y religiosas, como a la propia sociedad norteamericana, donde acabaron por tener un peso político nada desdeñable.

El museo muestra también instantáneas de algunos de los artistas o científicos judíos más conocidos. Entre ellos aparece el pintor Mark Chagall o el propio Albert Einstein, en Moscú y Estados Unidos, respectivamente. Otras fotos recuerdan que autores como Boris Pasternak, violinistas como David Oistrakh o la bailarina Maya Plisetskala han contribuido a engrandecer el arte mundial , a pesar de los frenos impuestos por el régimen, dada su condición hebrea.