El obispo Carles se perfila como sucesor de Jubany, cardenal arzobispo de Barcelona

La sucesión del cardenal arzobispo de Barcelona, Narcís Jubany, va a producirse en cuestión de semanas, según diversas fuentes próximas a la jerarquía eclesiástica. El cargo de Jubany -que cumplió la edad de jubilación en agosto del año pasado- será ocupado con plenos poderes, de acuerdo con esta versión, por el obispo de Tortosa, Ricard Maria Carles, bien visto por la cúpula del episcopado y que ha sabido interpretar la voluntad de Roma en lo que a la vida en los seminarios se refiere. Carles es, en la actualidad, presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades.

Desde hace varias semanas, algunas fuentes llegaron a dar la fecha del 30 de septiembre, es decir hoy, como la del relevo en la archidiócesis de Barcelona. Las quinielas sobre la sustitución prorrogaron la fecha hasta después del 8 de octubre, día en que el cardenal Jubany celebrará sus bodas de oro sacerdotales con una misa en la catedral.Medios eclesiásticos catalanes daban, hasta hace unos meses, el nombre del actual obispo de Vic, Josep Maria Guix, como arzobispo coadjutor con derecho a sucesión, aunque luego tanto personas próximas a la cúpula de la Conferencia Episcopal como los propios miembros de la curia barcelonesa comenzaron a dar a Carles como claro sucesor -sin pasar por el cargo de coadjutor- del cardenal arzobispo de Barcelona. Lo cierto es que el período de consultas entre Juan Pablo II y la Secretaría de Estado vaticana ha concluido y que el Papa tiene el decreto de nombramiento listo y aguardando el momento de su publicación, según coinciden en señalar todas las fuentes consultadas.

Con la sustitución de Jubany se pondrá fin a un largo período de rumores y actuaciones no sólo eclesiásticas, sino también políticas. En algunos medios se afirma que el Gobierno catalán ha seguido con auténtico interés el proceso, en su empeño de evitar -junto a un sector importante de la Iglesia catalana- que un obispo hostil al catalanismo llegara a hacerse cargo de las riendas de una de las diócesis más importantes de Europa, la de Barcelona.

Una publicación próxima a Convergencia Democrática salió hace más de un año al paso del rumor de que el arzobispo de Valencia, Miguel Roca Cabanellas, sería el sustituto de Jubany. Roca es un hombre considerado anticatalanista y conservador por medios nacionalistas y progresistas.

Mejorar el catalán

La opinión que el obispo de Tortosa, Carles, merece a estos sectores tampoco es muy distinta. El pasado mes de marzo, el canal autonómico catalán TV-3, que se expresa con mucha prudencia en lo que a temas eclesiásticos se refiere, lanzó la noticia de que Carles iba a sustituir a Jubany en un plazo de cuatro días, lo que en medios eclesiásticos se interpretó como un intento de paralizar la operación de cambio. Carles, por su parte, sigue desarrollando con plena normalidad su actividad como obispo, sin que nada dé a entender su probable nuevo destino a Barcelona. Sin embargo, en los últimos meses el titular de Tortosa ha mejorado sensiblemente su catalán, según coiciden en señalar diversas fuentes de aquella diócesis.Carles, además, es un hombre que goza de buenos apoyos en la cúpula de la Conferencia Episcopal, en la Nunciatura Apostólica y Roma, aspectos fundamentales a la hora de los nombramientos. Algunas fuentes han llegado a matizar que la figura de Carles ha sido apoyada tanto por el nuncio de la Santa Sede en España, Mario Tagilaferri, como por el cardenal español en la curia romana, Eduardo Martínez Somalo.

En la diócesis de Barcelona la desinformación ha sido prácticamente total hasta este momento. En reiteradas ocasiones el propio cardenal Jubany ha dicho en pequeños círculos deconocerlo todo sobre quien lo sucederá. En una oportunidad llegó a utilizar las palabras "estoy in albis" al referirse al tema. Los cristianos de base catalanes manifestaron el pasado mes de marzo en el transcurso del V Forum Home i Evangeli, la falta de transparencia y la "desinformación" que rodeaba la sucesión.