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Aquino insiste en que Marcos no debe ser enterrado en Filipinas

La presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, dijo ayer que la entrada del cadáver del ex dictador Ferdinand Marcos en el país para ser inhumado podría causar inestabilidad y división en la sociedad, lo que desalentaría a los inversores extranjeros y a los turistas para establecerse o viajar al archipiélago. Marcos falleció el pasado jueves, a la edad de 72 años, en un hospital de Honolulú (Hawai, EE UU), donde estaba internado desde el pasado mes de enero aquejado de diversas dolencias cardiacas y del aparato digestivo.

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Imelda Marcos, viuda del exdictador, hizo ayer un llamamiento a sus partidarios en las islas para que continúen luchando con el fin de obtener el permiso para que el cadáver de su esposo sea enterrado en Filipinas. Imelda dijo que la decisión de Aquino de prohibir la inhumación de los restos de Ferdinand Marcos como un acto "cruel, inhumano e inmoral".Los partidarios de Marcos están preparando manifestaciones de protesta y una petición a las Naciones Unidas para conseguir que la presidenta Aquino revoque su decisión de no permitir el sepelio de Marcos en la tierra que dirigió dictatorialmente durante 17 años.

Nicanor Yñiguez, dirigente del partido Nueva Sociedad (pro Marcos), dijo a los periodistas que se están preparando marchas de protesta y conocen traciones para rezar en común" y añadió que todos estos actos se harían pacíficamente. Yñiguez afirmó que "elevaremos una petición a la ONU porque consideramos que la prohibición de que Marcos sea enterrado en su tierra viola la Declaración de los Derechos Humanos". Por su parte, los abogados de la familia Marcos preparan una apelación al Tribunal Supremo de Filipinas que sentencie a favor del derecho a que los restos de Marcos sean enterrados en el archipiélago. Imelda declaró que "su único deseo era el deseo de su marido y de cualquier filipino que ser enterrado en su patria".

Ayer las banderas ondeaban a media asta en los edificios oficiales y Corazón Aquino dijo que su Gobierno enviará una representación oficial al entierro del ex dictador, encabezada por su consejo de seguridad, el ex general Rafael Ileto, una persona respetada por todo el país. El ex general afirmó que una solución al contencioso sobre el cadáver de Marcos pudiera encontrarse si la familia decidiera la cremación de, los restos, "entonces, nadie podría oponerse a que sus cenizas vinieran a Filipinas en una caja". Imelda confesó a los periodistas que no había perdido la fe de que finalmente Aquino se conmueva y cambie de opinión.

Laurel y Ponce Enrile

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A la petición para que Marcos sea enterrado en las islas se sumaron el vicepresidente, Salvador Laurel, y el senador Juan Ponce Enrile, uno de los generales que derrocaron a Marcos y posteriormente encabezó una asonada militar contra la presidenta Aquino.El ambiente en las islas era de normalidad y las noticias sobre la muerte de Marcos eran escasas. Sin embargo, se incrementó la vigilancia de las calles por efectivos militares, aunque las tropas no recibieron ninguna orden de alerta especial.

Durante una conferencia de prensa en Manila, Corazón Aquino exhortó ayer a la reconciliación nacional pero "sobre las bases de la justicia y las faltas que se cometieron en el pasado contra el pueblo filipino deben ser corregidas".

Aquino envió un telegrama de pésame a la familia del ex dictador, mientras los periódicos publicaban semblanzas de Marcos. El Inquirer -uno de los de mayor tirada- dijo que "Marcos pudo haber sido nuestro jefe de Estado más grandes. El Chronicle escribió que "fracasó y malgastó la oportunidad de convertir Filipinas en una sociedad más justa y próspera".

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