La democracia, esperanza del Tercer Mundo

De los 5.200 millones de habitantes que pueblan el mundo los expertos calculan que 4.000 millones -esto es, cuatro de cada cinco- viven en las áreas menos desarrolladas. La renta media per cápita en las regiones más poderosas se acerca a los 10.700 dólares al año, mientras no llegan a 650 dólares los habitantes de los países subdesarrollados. Una diferencia, pues, abismal, generadora de riesgos e inquietudes para la mayor parte de la humanidad.

Cada 35 años, según el vicerrector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Joaquín Arango, se duplica el censo de población de los 100 países que constituyen el núcleo de los subdesarrollados. Tercer Mundo y desarrollo son, según Arango, dos conceptos relacionados entre sí que han sido analizados con rigor por especialistas en un seminario internacional en las aulas de La Magdalena en el que han ido de la mano las universidadades de las Naciones Unidas y la Menéndez Pelayo. La transnacionalización y el desarrollo socioeconómico de América Latina, África y el sureste asiático han sido, entre otras, las cuestiones abordadas por destacados profesores e investigadores, entre ellos el propio director del seminario, el egipcio Samir Amin, autor de numerosos libros y director del Instituto Africano de Desarrollo y Planificación.Tras haber acusado a Europa y Estados Unidos de ser indiferentes ante el problema del empobrecimiento creciente de los países del Tercer Mundo, el profesor Pablo González Casanova, ex rector de la universidad Nacional Autónoma de México ycoordinador del proyecto de la universidad de las Naciones Unidas en torno a las perspectivas para América Latina, declaró a EL PAÍS que no deben cerrarse las puertas a la esperanza.

"No soy pesimista. Creo que en el mundo se asiste, ahora mismo, a la aparición de un fenómeno de importancia colosal y consecuencias imprevisibles. No es otra cosa que la lucha por la conquista de la democracia como fenómeno universal, un combate que no compromete a una cultura y una ideología determinadas, sino a todas las ideologías y culturas. Ésta es la esperanza: la lucha por la democracia que se registra en los países del Este y, simultáneamente, en África, y América Latina y también en el sureste asiático. Ésta es la alternativa, somos consecuentes con la definición misma de la democracia habremos de esperar que se establezcan nuevos regímenes impuestos por los pueblos con pluralismo religioso, ideológico y político".

Orden jurídico

González Casanova considera que habrán de superarse aún nuevas formas de intervencionismo y repararse la rotura del orden jurídico mundial. Corno ejemplo, cita a Nicaragua: "La intervención contra este país de sólo tres millones de habitantes ha sido salvaje desde el punto de vista psicológico, económico y militar". Y si no se le ha podido vencer es porque estaba ocupado en su defensa, "porque de haber tenido un gobierno dictatorial, lo habrían tirado".En opinión de Samir Amín, doctor en Economía por la universidad de París, el desarrollo mundial es algo así como una enfermedad que afecta desde hace años a la propia humanidad, un "sistema polarizante de cara, incluso, a un horizonte inmediato". En su opinión se trataría de un nuevo esquema de polarización mundial no precisamente marcado por el contexto de los últimos tiempos, sino por la riqueza y el poder en otros campos distintos de la indu stríalíz ación propiamente dicha. Amin recuerda la primera conferencia de solidaridad afroasiáfica. (Bandung, Indonesia, 1955) como el punto de partida de un declive y de la rcconciliación del Tercer Mundo.

"En los años cincuenta fue cuando se impuso el desarrollo y hay que atribuia los movimicintos de liberación nacional, contra la colonización y la dependencia política una influencia decisiva frente al desarrollo concebido como modernización a imagen de Occidente".

Para el pofesor Samir Amin, sin reformas sociales gigantescas, no necesariamente revolucionarias, la democracia no tiene mucho sentido. No hay desarrollo sin grandes reformas sociales, ideológicas y culturales, nacionales y populares". La recolonización del Tercer Mundo se ha hecho, según sus teorías, a través de la manipulación de la deuda externa y la crisis de la expansión del capitalismo supone la del rriovimiento social y cultural.