72 años de nuestro siglo

En el aula de Cultura de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, comenzó el domingo el V Festival Internacional de Música Contemporánea, una organización del Centro Musical que dirige Tomás Marco y a la que presta su entusiasta colaboración el Ayuntamiento de la ciudad. El concierto inaugural convocó gran cantidad de público para escuchar un interesante programa dedicado a obras de Reger-Schönberg, Webern, Denisov, Pärt y Francisco Guerrero, esto es, 72 años de creación musical que son los que van de 1912 a 1984. La Orquesta de Cámara de Holanda, dirigida por Ed Spanjaard ofreció rigurosas y muy atractivas versiones de las distintas partituras, tan alejada en la intención como en el lenguaje. En Tabula rassa, del estomano Arvo Párt reincide en formillaciones neoclásicas tratadas con simplicidad y en parte tocadas tanto por el repetitivismo como lo naif.

Mayor autenticidad emana del Concierto para violoncheÍo y orquesta, de Edison Deniss,ov, quien, hace cuatro o cinco lustros inició por su propia cuenta laperestroika musical. En el caso del Concierto, excelentemente protagonizado por Dimitri Ferschtman, la sustancia musical y gran parte de los recursos composicionales se derivan de Shostakovich; como el problemáltico autor de La canción de los bosques, Denisov domina la escritura sin caer en soluciones gratuitas a lo largo de esta buena y bella muestra de romanticismo rezagado.

Comisión

Nuestro Francisco Guerrero (Jaén 1951) rompió la tónica de ambos neos con su A riadne, estrenada en Madrid hace cinco años. El minucioso cálculo y la creación "por arrebatos" se dan la mano en un trozo orquestal de una fascinación irresistible y en él la dualidad diversificación / fusión instrumental está realizada de mano maestra. Webern sorprende cada vez que se le escucha por su poder de concisión y su capacidad de síntesis llevada al límite, de lo que es formidable ejemplo las Variaciones para orquesta opus 30, estrenadas en 1943. En fin, una suite romántica de Max Reger, revisada por Schóriberg, nos trajo tanto los perfumes de un romanticismo evocador y poético como cierta concomitancia con La noche transfligurada. La curiosa fórmación, al gusto fin] secular, en la que al piano y al armonio se unen el quinteto de cuerda, una flauta y un clarinete, depura, por sí misma, la sustancia y estiliza el impulso romanticista y fuertemente sentimental. El éxito fue muy grande pues en todos los casos se trataba de obras merecedoras; de muy atenta escucha que contribuyen a la mejor información del público sobre ciertos aspectos evolutivos de la música de nuestro siglo.A lo largo de una semana el Festival Internacional de Alicante presenta 17 estrenos mundiales, 16 de los cuales son obras encargadas a compositores españoles de vario origen e ideología estética. Otras 22 partituras se presentan con el carácter de estrenos en España y una veintena más pertenece a lo que podríamos llamar repertorio dentro, de lo contemporáneo. 39 autores; de España alternan con 27 extranjeros.

Las versiones estarán a cargo de tres orquestas -la de Cámara de Holanda, la Sinfónica de Valladolid y la Filarmónica de Lublín-; tres grupos especialidos procedentes de Madrid, Valencia y Metz (Francia), dos equipos de música electroacústica, el quinteto de viento Saugard, el guítarrista Pablo de la Cruz y el dúo Kotliarskaia-Comezaña, de violín y piano.