Los maiceros extremeños recurren al Senpa por el hundimiento de los precios

Los maiceros extremeños, preocupados por el hundimiento de los precios antes incluso de haber comenzado la campaña, han decidido no vender el producto a menos de 25 pesetas el kilo, prefiriendo entregar al Servicio Nacional de Productos Agrarios (Senpa) parte de la totalidad de la cosecha, fijada en 600.000 toneladas.

En opinión de los dirigentes de las principales cooperativas agrarias, "sería totalmente absurdo vender a las industrias a un precio igual al fijado para la intervención" y que sitúan en 25,23 pesetas. El cultivo del maíz pasa por ser, junto con el tabaco y el tomate, la base de la economía agraria extremeña. Alrededor de 7.000 familias viven de este sector, que factura en torno a los 14.000 millones de pesetas anuales."La ubicación concreta de Extremadura, lejos de los principales centros de consumo; los precios a la baja que adquieren algunos trigos y que los hacen competitivos del maíz para la sustitución como piensos y las importaciones procedentes de Estados Unidos", son, según el consejero de Agricultura, Francisco Amarillo, las causas fundamentales de la caída del sector.

El consejero de Agricultura ha aconsejado a los productores de maíz que mantengan la superficie de siembra, "pero sin aumentar la producción, y en algunos casos disminuyéndola" a la espera de que en dos o tres años cambie la estructura. "No olvidemos que seguimos siendo deficitarios y a largo plazo las fronteras comunitarias se irán levantando, con mayor capacidad para la exportación".

Apoyo de las OPAS

Las cooperativas maiceras han pedido apoyo a las OPAS (Organizaciones Profesionales Agrarias) para defender la postura de los productores, tras no llegar a un acuerdo con Ios comerciantes y distribuidores de cereales, que ofrecieron un precio considerado insuficiente.

La decisión de llevar parte de la totalidad de la cosecha a la intervención serviría además, segun los cooperativistas, para "dar un toque de atención a la Administración" de cara a presionar en Bruselas y conseguir medidas que alivien el mercado. Por ejemplo, la CE podría evitar que el mercado portugués prorrogue la importación de Estados Unidos abriendo así una puerta al maíz español y, principalmente, al extremeño.

Para el consejo de Agricultura del gobierno autónomo, la actitud de los productores extremeños "es lógica" al existir un mecanismo que regula el mercado "y si los precios no alcanzan al de intervención hay que emplear todos los dispositivos que estén en nuestras manos para mantener la renta agraria". "Con los silos llenos, el ministro Carlos Romero tendría un arma en Bruselas", dicen los maiceros. Las principales cooperativas de Extremadura se reunirán hoy lunes con las diferentes OPAS para decidir la estrategia a seguir.