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García Vargas anuncia limitaciones en las prestaciones de la sanidad pública

Julián García Vargas, ministro de Sanidad y Consumo, afirmó ayer que "se está llegando al límite de los recursos que se pueden dedicar a sanidad y, por tanto, hay que establecer prioridades. Es imposible dar todo tipo de prestaciones a todo el mundo; la demanda es infinita, y la ciudadanía debe conocer nuestras limitaciones para que no pidan a los profesionales más de lo que pueden dar". García Vargas se negó a concretar qué atención será prioritaria, aduciendo que "corresponde a los profesionales decidir qué se puede curar en un hospital y qué fuera de él".

Tras las declaraciones del ministro -realizadas ante los asistentes al simposio internacional sobre economía sanitaria, inaugurado ayer en Madrid-, Eduardo Arrojo, presidente del Instituto Nacional de la Salud, hizo una mención expresa a la fertilización in vitro como una de las prestaciones "que hay que decidir qué se hace con ella". Con respecto a la atención bucodental, la decisión ya está tomada. "Es un tema no prioritario, resulta carísimo y los países nórdicos se están planteando quitar esa prestación de sus servicios de salud", dijo Arrojo."De hecho", según Arrojo, ahora mismo se está priorizando. El médico decide qué enfermo entra en un programa de trasplante, a quién se le da fertilización in vitro o qué paciente es operado en un hospital de otro país, pero existe la ilusión de que las prestaciones son ¡limitadas. Tiene que haber un debate social para establecer una lista de prioridades y que no sea el médico el que decida, porque tal como está organizado ahora un facultativo inventa una nueva técnica y en cuanto la utilizan dos o tres médicos se convierte en una nueva prestación".

El presidente del Insalud señaló el uso mesurado de la nuevas tecnologías -uno de las factores que más inciden en los elevados costes- como uno de los puntos prioritarios para controlar el gasto y anunció la creación de una oficina de innovación tecnológica. "Esta oficina evaluará cuándo se debe usar el escáner, la resonancia magnética o la tomografía axial computadorizada", dijo Arrojo.

El gran reto

Para García Vargas, los problemas que plantea la gerencia son el gran reto que tiene en estos momentos la sanidad. Según el ministro de Sanidad, "los ciudadanos no son capaces de percibir el coste contable y fiscal de la atención que reciben, pero piden cada vez más. Los médicos deben concienciarse de que hay que pasar del principio de curar a cualquier precio al de curar por un precio razonable. Esto no se puede resolver sin tener a nuestro lado los servicios sociales, con más residencias para ancianos o infraestructura para atenderlos en sus domicilios. Para 1992, el esfuerzo tiene que consistir en esa mejora con los servicios sociales y en estimular el contacto con la oferta privada, porque todos los recursos humanos nos hacen falta".

El presupuesto aprobado para el gasto sanitario público en 1989 asciende a 1,9 billones de pesetas, lo que supone alrededor del 5% del producto interior bruto (PIB). Desde enero de este año, la asistencia sanitaria se financia en un 707. con fondos procedentes de impuestos, y el 30% restante, con fondos procedentes de las cotizaciones de la Seguridad Social. El gasto sanitario en el sector privado representa el 1,3% del PIB (518.000 millones), según datos de Eduardo Arrojo.

La crisis económica de la sanidad está planteada en todos los países europeos, pero los médicos no se han concienciado aún de la importancia de este tema, dijo el doctor José Fereres, director ejecutivo de la Fundación Rich, que organiza el simposio, y del hospital Rúber.

En el encuentro, que se clausura hoy, participan los princípales expertos mundiales en gerencia sanitaria, como el nortemericano Alain Enthoven, que abordó los defectos del sistema sanitario en Estados Unidos, así como los distintos métodos que se utilizan para cuantificar la eficacia médica.

"En mantillas"

El doctor Fereres manifestó que "en Europa estamos en mantillas en ese terreno. Es imposible comparar los costes porque cada hospital utiliza un sistema de contabilidad y de historias clínicas diferentes. Esto hace que, por ejemplo, hoy día no se puede saber lo que cuesta en España una apendicitis".

El doctor Fereres señaló también que "no se puede culpar al ciudadano del aumento que han registrado los gastos sanitarios, porque las nuevas tecnologías están en manos del médico y no del ciudadano. El problema arranca de la misma formación del médico. Ésta se ha realizado en grandes hospitales con todos los medios técnicos a su alcance, y además nadie le ha hablado hasta ahora del tema económico, por ello no es consciente de que tiene en su mano la oferta y la demanda". Fereres, que situó en los facultativos el "primer factor desencadenante del aumento del gasto", concluyó afirmando que es "muy difícil una autolimitación por parte de los médicos en el uso de las nuevas tecnologías".

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