'Cumbre' de los 'no alineados' en Belgrado, con la deuda externa como punto central

La deuda externa es, una vez más, el punto central de fricción del Movimiento de Países No Alineados. Así se ha revelado en el comité ministerial que durante dos días ha preparado la novena reunión de jefes de Estado y de Gobierno que hoy se inaugura en Belgrado. Representantes de las dos quintas partes de la población mundial se enfrentan en la capital yugoslava al reto de redefinir sus objetivos inmediatos y modernizar el movimiento creado hace 33 años.

"La deuda externa de los países en vías de desarrollo alcanza 1,3 billones de dólares, lo que equivale a la mitad del total de su Producto Nacional Bruto, y constituye el principal obstáculo para su desarrollo económico y social", asegura el proyecto de resolución aprobado ayer por los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros, y que en los próximos días va a someterse a la consideración de los más altos mandatarios. El texto, cuyo contenido aún no se ha dado a conocer de forma oficial, pide "arreglos generosos" e incluso la reducción de la deuda en el caso de los más pobres. No parece haberse planteado, sin embargo, un programa de actuación concreta en este terreno, en el que existen dos alternativas lanzadas al aire fuera del marco de la cumbre, pero reconocidas por el, desde hoy, nuevo presidente del movimiento, el jefe de Estado yugoslavo, Janez Drnnovsek. Se trata, por un lado, de la propuesta del presidente peruano, Alan García, abogado del pago escalonado, que sugiere la creación de un grupo de trabajo sobre: el asunto en el seno de la ONU. Por otra parte, los gobernantes de India, Egipto, Senegal y Venezuela, dirigieron en julio en París un mensaje a los siete grandes para el relanzamiento del diálogo Norte-Sur.

Esta división en el enfoque traduce uno de los aspectos de la crisis a la que Drnovsek se ha referido. "Yugoslavia ha aceptado la presidencia [de los no alineado] para modernizar el movimiento", ha asegurado el dirigente. Dicha actitud modernizadora no es, de todas formas, compartida por la totalidad de los miembros.

[El hasta ayer presidente del movimiento, el líder de Zimba Ibue, Robert Mugabe, se despidió ayer de su cargo con la donación de un cheque de 500.000 dólares a Sam Nujoma, presidente de la Organización Popular para África del Suroeste (SWAPO), para la campaña de las elecciones de Namibia, el 4 de noviembre, informa Efe].

En total, se espera que alrededor de 60 jefes de Estado y de Gobierno se encuentren hoy en la inauguración. Se trata del número más alto de dirigentes reunido desde que se celebrara la primera cumbre del movimiento, en 1961, también en Belgrado. Han despertado especial expectación la llegada del líder palestino, Yasir Arafat, y la del dirigente libio, Muammar el Gaddafi, a quien han precedido tres camellas para proporcionarle leche durante su estancia en Yugoslavia.