Operaciones de 'mano negra'
El informe de Ricardo Gámez Mazuera afirma que, para financiar las operaciones de mano negra, el hoy teniente coronel Raúl de Jesús Suárez Gutiérrez "recibía dinero de industriales del Valle, y Pablo Hamerleng, jefe de seguridad de la firma Carvajal, de Cali aportó más de dos millones de pesos. El director operativo de la Policía, general José Luis Vargas Villegas, tuvo conocimiento de esto, pero no hizo nada para impedirlo". Añade el ex agente: "En un día de junio o julio de 1987, yo mismo le acompañé personalmente, en un Toyota blanco, a la empresa Taxis Verdes de Bogotá y allí recibió 25 millones de manos de Gustavo Gaviria Riveros, narcotraficante ligado a Pablo Escobar".
La presunta corrupción se extiende también a otros miembros de las Fuerzas Armadas. El informe cita al mayor Gañán, hasta 1988 subteniente de la SIJIN (policía secreta regional), quien recibe dinero de los narcotraficantes. "Su casa en Bogotá -en la calle 122- está evaluada en más de 30 millones de pesos. Este mayor proveía de armamentos para los atracos que realizaba el personal de la SIJIN". El mayor Beltrán Mogollón, actual jefe de la SIJIN-Cali, también organizó "un plan de limpieza en Bogotá en 1988, y por orden suya fueron asesinadas 17 personas".
En Cúcuta, "el capitán Santos, segundo en mando de la SIJIN-Cúcuta, ha constituido un grupo para efectuar operaciones de limpieza". Para ello se cuenta con ayuda de personal extranjero, como el señor Vigam, jefe de seguridad de la Embajada de Israel en Bogotá, que dicta cursos sobre métodos de seguimiento y tácticas de espionaje y similares a miembros del Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia Charry Solano, en compañía de un tal señor Yossia, también del equipo de seguridad de la misma Embajada".
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