El Papa inicia, hoy en Santiago su tercera visita a España

Juan Pablo II inicia esta mañana en Sanitiago de Compostela su tercera visita a España, que concluirá el próximo lunes en el santuario asturiano de la Virgen de Covadonga. Los Reyes recibirán al Pontífice en el aeropuerto de Labacolla, cuya carretera hasta Santiago fue cortada ayer por las Fuerzas de Seguridad del Estado, para proceder a una revisión preventiva. Todo, incluso el más mínimo detalle del menú, está listo en la capital gallega para la llegada del papa Wojtyla en su 43º viaje al extranjero.

Uno de los principales actos de la visita tendrá lugar a última hora de la tarde, cuando el Papa celebre en el monte Do Gozo su cuarto encuentro mundial con la juventud. El previsible mensaje en clave católico-europeísta que Juan Pablo II lanzará a los jóvenes puede verse obstaculizado por la niebla. Fuentes del servicio meteorológico pronosticaban ayer que el tiempo será hoy bueno, aunque se formarían bancos de niebla a últimas horas de la tarde.Durante el día lucirá un sol más radiante a la hora en que el Papa recorra a pie, en simbólico peregrinaje, el tramo último del Camino de Santiago, una distancia de 100 metros hasta la catedral.

Respecto al número de peregrinos que acudirán al encuentro, ya se ha iniciado una guerra de cifras. La Xunta, que no admite que puedan superarse sus previsiones, asegura que habrá 300.000 personas en Santiago, mientras que los organizadores eclesiásticos del encuentro comienzan a avanzar cifras próximas al medio millón. Como peregrinos registrados figuran 290.000 personas, aunque sin duda otras muchas han llegado sin pasar control ni contabilidad alguna.

Previamente, el Pontífice recibirá a las 18.15 al Gobierno gallego en una aildiencia a la que sólo se permitirá entrar a la televisión de Galicia, con la condición de que no transmita imágenes en directo, lo que con unas elecciones autonómicas a la vista puede considerarse como un elemento nada despreciable.

El presidente gallego, el socialista Fernando González Laxe, aprovechará la ocasión para entregar al Papa una biblia en suprimera traducción al gallego. Eso será después de que Juan Pablo II recorra el trayecto entre el aeropuerto y la ciudad. Por el carnino, si los vecinos atienden los bandos municipales expresamente dictados, el Papa no habrá visto ropa tendida en la avenida del Conciliar Juan XXIII.

Sin sábanas tendidas

La Policía Municipal ha pedido a quienes habitar, en esa zona que se abstengan de tender sábanas y camisas que afeen las fachadas. Ayer, en la avenida, como si de un ensayo general se tratase, sólo se leían pancartas de adhesión al Pontífice, algunos con eslóganes tan célebres como el Totus tuus. Algunas pintadas aparecidas en la ciudad que bromeaban irrespetuosamente con dicha frasehan caído fulminadas bajo las brochas municipales.

Juan Pablo II estará en este viaje "con su cuerpo en España, su mente en Líbano y su corazón en Polonia", se comentaba ayer en círculos del Vaticano. Estos medios hablan ya de un nuevo viaje del Pontífice a su patria polaca. Y también de ese viaje ya ineludible a Beirut. "El Papa", señalan círculos vaticanos, "se ha comprometido demasiado con sus palabras del martes pasado y ahora no tiene más remedio que ir cuanto antes a visitar Líbano".

Mientras tanto, se dice también que este viaje a España, sobre todo por su encuentro masivo con los jóvenes, será para el Papa polaco como una "inyección de entusiasmo", ya que no existe nada, se afirma, que loenardezca como estos encuentros con los jóvenes, que son "los únicos que no le critican nunca".

El Papa ha afirmado en su carta-mensaje con ocasión de esta IV Jornada Mundial Juvenil que "el mundo actual es una gran tierra de misión, incluso en países de antigua tradición cristiana. En todas partes el neopaganismo y el proceso de secularización constituye actualmente un gran desafío al mensaje evangélico".

Según el papa Wojtyla, está creciendo entre los jóvenes de todo el mundo "una creciente nostalgia de lo sagrado y de la oración". De ahí que la jornada de Santiago con los jóvenes haya sido organizada como una especie de auto sacramental "contra el dinero".

Todo el séquito papal y los periodistas que acompañarán al Papa en su avión durante su viaje llevarán al cuello, ya desde Roma, la concha de peregrino colgada de un cordón rojo, que han sido traídas a propósito desde Galicia.