La milicia proiraní Hezbolá se incorpora a la lucha en Beirut con protección siria
Siria e Irán no han perdido el tiempo en desplegar sus milicias libanesas en Beirut oeste. A los dos días de la cumbre de Damasco, en la cual 18 grupos libaneses y palestinos prometieron unirse a Sirla en la guerra contra el general cristiano Michel Aoun, coches con gente armada y vehículos militares han vuelto a aparecer en las calles heirutíes. Pertenecen a los drusos, al movimiento shií Amal las milicias proiraníes de Hezbolá. El alto el fuego iniciado ayer por la mañana a petición del Consejo de Seguridad de la ONU quedó roto por la tarde.
[El precario alto el fuego, aceptado el miércoles por todas las partes implicadas en el conflicto, quedó roto por la tarde al reanudarse los combates artilleros por parte de las tropas sirias, a las que respondieron inmediatamente las milicias cristianas del general Aoun, informa Efe. Al menos un civil murió y más de una decena resultaron heridos].
Desde que los sirios entraron en la parte oeste de Beirut, en febrero de 1987, es la primera vez que se ha permitido a las fuerzas de Hezbolá moverse por las calles comerciales de la capital, aunque parece que su actividad militar está restringida a la zona en ruina de la vieja primera línea de combate.
Lasfuerzas especiales de Siria continúan en los puntos de control y en las posiciones militares que mantenían en Beirut oeste, pero ahora están claramente cumpliendo órdenes al permitir el paso libre a Hezbolá y a otros grupos guerrilleros.
De esta manera, Siria está llevando a cabo su amenaza de concentrar a sus aliados y a los de Irán para lanzar su ofensiva contra las fuerzas libanesas cristíanas en Beirut este. Sin embargo, para los todavia supervivientes en Beirut oeste es poco reconfortante ver en sus calles a jóvenes barbudos conduciendo anónimos Mercedes sin matrícula y con cristales negros.
El general Aoun ha reaccionado con desprecio a la alianza de las milicias izquierdistas y musulmanas. Uno de sus consejeros comentó: "Nuestra guerra no es contra las facciones libanesas, sino contra los sirios".
Comprar provisiones
El precario alto el fuego de ayer, que siguió a un llarnamiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, incitó a los habitantes que aún quedan en la ciudad a que dejasen sus casas y refugios para salir a comprar alimentos y combustible. Al menos durante media hora, la calle Harnra recuperó su apariencia familiar. Varias tiendas abrieron, así como las oficinas de cambio de moneda extranjera por primera vez en los últimos cuatro días. Los once diarios beirutíes salieron también a la calle, la mayoría de ellos llenos de fotograrias de casas y oficinas destruídas por los bombardeos.A pesar de ello, muchos habitantes de la ciudad siguieron huyendo ayer, sin familiares ni amigos que puedan ayudarles. En una escuela de Saadiyat, entre Beirut y Sídón, 400 familias se concentran en las aulas, mientras las plantaciones de plátanos junto a la carretera costera que conduce a Tiro se han convertido en el hogar de miles de personas que duermen en tiendas de campaña.
Mucha gente ha decidido transformar sus coches, aparcados en los márgenes de las carreteras que unen los pueblos al sur de Sidón, en su hogar de campaña. Su reticencia a volver a sus casas en Beirut es más que comprensible.
[Por otro lado, Francia anunció ayer el envío a Líbano del portaaviones Foch, con 40 aparatos de combate a bordo. El portaaviones Foch se unirá a la fragata Duquesne y a dos barcos de apoyo enviados a la zona tan sólo 48 horas antes. "El único propósito de estas medidas es proporcionar cualquier tipo de asistencia que pueda ser necesaria", comentó un portavoz oficial, informa Reuter.
La Comunidad Europea aprobó ayer la concesión de una ayuda humanitaria de 500.000 ecus (unos 65 millones de pesetas) a Líbano, destinados a ayudar a las víctimas de los recientes combates y a la adquisición de material médico, informa Efe]
The Independent /EL PAÍS.
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