Ortega inicia la liberación de 1.200 'contras'

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, inicio ayer el proceso de excarcelación de 1.200 personas comprometidas en acciones armadas contra el Gobierno y señaló que esta iniciativa debe coincidir con el ,comienzo del desarme de los rebeldes antisandinistas (conocidos como contras) en la vecina Honduras.

Daniel Ortega declaró asimismo ,que la Administración de Estados Unidos debería decidir dar acogida a miembros de la guerrilla antisandinista que deben abandonar sus bases en Honduras, según lo estipulado en los acuerdos de paz firmados hace 10 días en la localidad hondureña de Tela por los presidentes de los cinco países centroamericanos (Honduras, Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua)."Estados Unidos los ha enviado a morir, ahora debería permitirles vivir", señaló el presidente nicaragüense, en referencia a los contras que prefieran residir en Estados Unidos antes que volver a Nicaragua, pese a recibir garantías en este país de que no serían perseguidos.

En un discurso dirigido a la nación, Daniel Ortega anunció ayer que el próximo 3 de setiembre pueden quedar liberados un total 1.200 nicaragüenses comprometidos en acciones armadas contra el Gobierno si para esa fecha la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos, afín al Gobierno, ha elaborado una lista de los campesinos acusados de pertenecer a la contra.

En el pueblo de Pantasma, 180 kilómetros al norte de Managua, Ortega liberó ayer a 29 campesinos, capturados en combates en distintos lugares de Nicaragua y con condenas de hasta tres años de prisión.

Según el presidente de Nicaragua, la población penal de Nicaragua está integrada por 7.117 presos, de los cuales 5.328 son reos comunes, 235 ex militares sandinistas que han cometido diversos delitos, 39 ex guardias somocistas y 1.515 involucrados, "directa o indirectamente" en acciones contrarrevolucionarias.

Por su parte , la Comisión Permanente de Derechos Humanos, de oposición al Gobierno sandinista, cifra en 6.000 los "presos políticos" y dice que "deberían ser beneficiados por una amnistía general".

Ortega formuló un llamamiento a los contras que se encuentran en campamentos en Honduras para que acepten el plan de desarme acordado por los presidentes centroamericanos en Tula. También se dirigió a los antisandinistas armados que se movilizan en distintos lugares del territorio nicaragüense, "correteando de un lugar a otro", y les instó a que abandonen el fusil y tomen el arado.