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El general Noriega ha renovado con incondicionales de su persona la cúpula militar panameña

Con gran serenidad y poca publicidad, el general Noriega ha renovado lentamente en menos de un año su Estado Mayor de 20 miembros, hoy integrado por hombres de su máxima confianza. En las últimas semanas ingresaron en la cúpula militar cuatro coroneles y tenientes coroneles que han realizado trabajos difíciles en la crisis política de dos años que sufre el país. Armando Góndola, Luis del Cid, Luis Córdoba y Nivaldo Madriñán han tenido que lidiar en distintos momentos críticos con oficiales norteamericanos. Ahora, desde su nueva posición de poder, la tarea se presenta aún más ardua.

Todos estos militares fueron ascendidos a tenientes coroneles recientemente. Aún quedan algunos coroneles viejos en el Estado Mayor, incluso de la era de Torrijos, como Ángel Mina y Marco Justinez, de quienes no se conoce que hayan dicho no alguna vez al general.Mientras, como pez en el agua dentro de las Fuerzas de Defensa, y a la vez gravemente hostigado por el Ejército de Estados Unidos, el general Manuel Antonio Noriega celebra hoy sábado el sexto aniversario de su ascenso como comandante en jefe de las fuerzas armadas, pequeñas en comparación con el Comando Sur norteamericano, que ha hecho ostentación en los últimos días de su extraordinario poderío bélico.

El Comando Sur, acantonado con sus 12.000 hombres en las riberas del canal, ha incrementado sus ejercicos y maniobras por aire, mar y tierra, incluso dentro del fuerte Amador, en donde Noriega tiene una oficina alterna y ha detenido, desarmado y encañonado a 12 militares panameños. Entre ellos al mayor Manuel Sieiro, cuñado de Noriega y jefe de una zona militar panameña.

Ante el despliegue bélico del Comando Sur, que ha apoyado las maniobras terrestres con la mayor tecnología militar aérea, como los aviones A-7 supersónicos, Noriega ha manifestado que "Panamá no se inclinará, no se humillará, ni cancelará su proyecto de liberación, ni ante la injusticia, ni ante la prepotencia" del Gobierno de Estados Unidos.

En una intervención ante oficiales latinoamericanos jubilados, que se reunieron de forma extraordinaria para respaldarlo, Noriega dijo tajantemente que "Panamá no se inclinará ante el derecho de la fuerza que pretenden imponerle los bárbaros del Norte [Estados Unidos], sus lacayos y los políticos dóciles". El general aludía en este último extremo a la oposición derechista y pronorteamericana que reclama el triunfo en los comicios del 7 de mayo y aspira sin éxito a que los militares le entreguen el poder el primero de septiembre, cuando expire el mandato de la asamblea legislativa de 67 miembros y del ministro encargado de la Presidencia, Manuel Solís Palma.

Noriega reiteró su rechazo al plebiscito propuesto recientemente por la oposición sobre las distintas fórmulas de acuerdo político que han presentado las partes en pugna en el diálogo que patrocina la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Una veintena de oficiales jubilados, entre ellos varios ex jefes de ejércitos latinoamericanos, quedaron varados el miércoles en el Fuerte Amador, cuando el Comando Sur bloqueó durante tres horas la entrada a esa instalación militar de uso conjunto como medida de presión para que el Ejército panameño le devolviera dos policías militares detenidos cuando transitaban por las inmediaciones del cuartel central de las Fuerzas de Defensa, en el barrio popular de El Chorrillo.

El despliegue militar del Ejército norteamericano contribuye a fortalecer a Noriega en el seno de la cúpula de las Fuerzas de Defensa. Su repetida opinión de que Estados Unidos, con su campaña anti-Noriega, lo que quiere en el fondo es mantener las bases militares en Panamá después del año 2000, invalidando los tratados Torrijos-Carter, se está cumpliendo y está calando en la población.

De las decenas de incidentes ocurridos la última semana entre militares panameños y norteamericanos destaca la acalorada discusión que sostuvo el jueves, un capitán del servicio de tráfico con un oficial del Comando Sur. El panameño le reclamaba por qué estaba armado en compañía de otros cinco soldados norteamericanos en jurisdicción panameña. Cuando el incidente ya estaba terminando el oficial de Estados Unidos le preguntó al oficial panameño su nombre. Éste respondió: "Me llamo Superman". "No se me va a olvidar tu nombre", le dijo airado el oficial norteamericano. Carlos Saldaña amaneció ayer ascendido al rango de mayor.

El Comando Sur aumentó sus movimientos de tropas y ejercicios militares coincidiendo con las maniobras organizadas por las Fuerzas de Defensa denominadas Zapé al intruso, que se han desarrollado durante toda la semana y que terminaron ayer con un acto masivo de militares y civiles progubernamentales en el estadio Revolución, periferia oriental de la capital, centro de actos conmemorativos.

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