Una instalación del artista David Mach, con 500 mesas y 500 sillas, sobrevolará la fuente del Descubrimiento en Madrid
David Mach (Escocia, 1956) es un artista conceptual que por la espectacularidad y tamaño de sus instalaciones ha sido calificado como la versión urbana del land art, aquel que interviene, modificándolos, en los espacios naturales. El 10 de octubre iniciará en Madrid dos instalaciones, en las que trabajará con los materiales usados por él en los últimos años: muebles y revistas. 500 mesas y otras tantas sillas sobrevolarán la fuente del Descubrimiento. Las columnas de la sala de exposiciones serán rodeadas de revistas, con lo que adquirirán formas y volúmenes caprichosos que, tomando como referencia anteriores obras suyas, pueden convertir las salas en una multicolor y reprográfica cripta. Un acontecimiento extraño, cuyos primeros testigos no sabrán si atribuirlo a una mudanza apresurada, a la celebración de un rastrillo a beneficio de los pobres o a que el excelentísimo Ayuntamiento ha decidido cambiar el depósito de objetos perdidos, dará comienzo el 10 de octubre en la plaza de Colón de Madrid. David Mach, un escocés con aspecto de joven y tímido ejecutivo en vacaciones, ayudado por seis adjuntos, trasteará ante los ojos atónitos de los transeúntes con 500 mesas y 500 sillas, e intentará lograr un difícil equilibrio de objetos disímiles aunque homónimos que, saliendo por la puerta de la cafetería Villa de Madrid, se encabalgarán sobre la fuente y caerán sobre la calzada de la Castellana como un torrente de desechos.
David Mach declara que, en su opinión "lo importante de este tipo de obras no es tanto el resultado final como el proceso de construcción, las tensiones que se establecen entre los objetos, la lenta transformación de un paisaje generalmente autoritario en un paisaje de la imaginación". Formado en el Royal College of Art de Londres entre 1979 y 1982, Mach trabaja con materiales dados como inservibles en la sociedad opulenta.
En 1987 realizó su primera exposición en España, en la vanguardista sala Metrònom de Barcelona, en la que utilizó un camión, un coche, varios muebles y 40 toneladas de revistas, formando con todo ello plataformas de distintas alturas que recordaban un vertedero imposible en el que se fueran acumulando los símbolos más diversos de nuestra vida cotidiana.
Nueva escultura
Algún crítico ha señalado el parentesco de la obra de David Mach con las realizaciones de aquellos artistas que bajo la etiqueta land art trabajan con los volúmenes y el espacio de la naturaleza. Particularmente, ha sido señalado su parentesco artístico con Richard Long, jefe de fila de una de las tendencias del land art, por el carácter repetitivo y acumulativo de sus obras. En cierto sentido, la obra de Mach posee un carácter escultórico que sobrepasa los límites propios de una instalación. Desde sus primeros trabajos, realizados con gran cantidad de libros, hasta el reciente descubrimiento de las revistas, todo da una idea de búsqueda de materiales fácilmente maleables.
En múltiples ocasiones ha manifestado su preferencia por las revistas "debido a la facilidad de su manejo, la variedad cromática y su forma regular, que las hace excelentes para construir. No me imagino utilizando materiales nobles como el bronce o el mármol, porque dentro de ellos está ya toda la historia del arte es imposible que signifiquen nada nuevo".
El montaje de esta instalación madrileña, todavía sin título, está previsto que finalice el día 29 de octubre, y su desmantelamiento se realizará el 19 de noviembre. Cualquier sugerencia de los ciudadanos será bien recibida por David Mach, para quien la obra, en realidad, concluye el día de su inauguración, con lo que él llama 1a celebración del fin del montaje".
El British Council, cuya sección de arte patrocina la exposición, ha distribuido 500 cartas con el siguiente epígrafe: "Done una mesa y una silla para un proyecto artístico". A esta requisitoria, aparecida hasta en la revista Time, puede adherirse cualquier persona que quiera ver su mesa camilla ascendida a las cimas del arte contemporáneo, o deshacerse de la mesita de noche o del tacatá del niño.
Babelia
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