Te canto al oído

Entrada de gala en el Auditorio en una noche extremadamente calurosa, para recibir a uno de los máximos representantes de la Nueva Trova Cubana. Llevaba ya tiempo sin cantar en Madrid Silvio Rodríguez y, a tenor de lo que se pudo comprobar, había cierto síndrome de abstinencia. Otro detalle significativo es que el recital comenzó casi a la hora prevista, lo cual no deja de ser toda una novedad.Silvio Rodríguez apareció entre el clamor del público y arropado por los arreglos, de decidido corte rítmico, del grupo Afrocuba, con el que inició su colaboración en 1985. Buena parte de la actuación, enmarcada dentro de una larga gira por España, estuvo dedicada a presentar canciones de su último disco, Oh melancolía. Predominaron los tempos de tipo medio, sin que esto signifique que el cantautor de San Antonio de los Baños haya renunciado a su tono romántico e intimista. Y es ahí, en esos registros lentos, donde brilla con mayor intensidad. Tampoco podía faltar, en el día de su décimo aniversario, la referencia a la revolución sandinista, así corno un emocionado recuerdo al poeta cubano Nicolás Guillén, recientemente fallecido.

Tras unos primeros temas, Silvio Rodríguez quiso presentar a un "viejo y querido amigo de Cataluña", Francesc Pi de la Serra, que Interpretó un par de composiciones propias. El hecho produjo desconcierto entre los espectadores e Incluso los primeros silbidos, apagados por una fuerte ovación. Complicado planteamiento, éste de compartir la velada con otros cantautores. Sin embargo, el ambiente resultó propicio por la gran complicidad de Silvio con su público. Ya la comparecencia de Joaquín Sabina fue acogida con entusiasmo. También el grupo Afrocuba tuvo ocasión de mostrar su música durante las ausencias del protagonista. Las canciones se iban sucediendo unas tras otras. Y todavía faltaba el fin de fiesta, con participación de los ya mencionados Sabina y Pi de la Serra, a los que se unieron Roque Narvaja y Juan Carlos Baglieto. Aún habría más. Porque ni Silvio parecía querer dejar de cantar ni la gente estaba por que lo hiciera. Fueron más de tres horas de actuación y un total de 34 temas para un público entregado a la causa y, sobre todo, a las canciones de Silvio Rodríguez.