El embajador español hizo gestiones para conmutar las penas

EL PAÍS, El embajador de España en La Habana estuvo realizando discretas gestiones ante el Gobierno de Fidel Castro para tratar de que no se llevasen a efecto las ejecuciones de los cuatro militares condenados por narcotráfico, y para que las penas de muerte fuesen conmutadas por prisión, según fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores.

Las reacciones internacionales a las ejecuciones de los cuatro militares narcotraficantes cubanos, por otro lado, eran ayer prácticamente inexistentes. El Gobierno español no ha pronunciado ninguna reacción oficial a la ejecución de los cuatro militares cubanos condenados a muerte por narcotráfico.

El ministro de Asuntos Exteriores español, Francisco Fernández Ordóñez, declaró ayer a EL PAÍS que el Gobierno se reafirma en la declaración ya realizada de que estaba en contra de la ejecución de las penas de muerte, aunque respeta el derecho positivo de cada país.

El Gobierno estadounidense tampoco se pronunció ayer oficialmente sobre las ejecuciones, informa Albert Montagut. Sin embargo, uno de los portavoces del Departamento de Estado, Richard Boucher, declaró que esa postura oficial se basa en el hecho de que "no hemos tenido acceso a todas las evidencias del caso". El portavoz añadió que "nosotros, por supuesto, apoyamos el procesamiento de aquellas personas que se hallan involucradas en el tráfico de drogas, sean quienes sean".

Ver y esperar

Según Boucher, Washington "ha estado adoptando una postura de esperar y ver, y buscando también la fórmula para prohibir y detener el tráfico de drogas desde territorio cubano por mar y aire". Sobre la petición de Castro de encontrar una fórmula para combatir el narcotráfico en esa zona del Caribe, Boucher comentó que "nuestra actitud hacia esa petición de cooperación o esas indicaciones de deseo de cooperación, es que nosotros la buscamos a través de investigaciones e intentando prohibir la actividad que creemos sigue todavía teniendo lugar allí".

"Nosotros hablamos con muchos países sobre el tema de los narcóticos, no cremos que sea necesario hacerlo bilateralmente con Cuba, no es lo que nosotros planeamos hacer ahora. Nosotros deseamos esperar y ver qué actitud toman ellos para combatir la actividad de los narcotraficantes, que todavía continúa", dijo el portavoz del Departamento de Estado norteamericano.

Boucher explicó que las autoridades norteamericanas poseían mucha información sobre la relación de funcionarios cubanos con el tráfico de armas.