Un solo vigilante por cada 2.000 kilómetros cuadrados
La Confederación Hidrográfica del Tajo cuenta sólo con un equipo de 35 vigilantes jurados -de los cuales siete son guardas mayores-, para controlar los 56.000 kilómetros cuadrados de la cuenca, según ha informado un portavoz de este organismo. De acuerdo con tales cifras, a cada guarda jurado le corresponde cuidar de un territorio aproximado de 2.000 kilómetros cuadrados.Esta falta de personal, provolcada por la política de congelación de plantillas en los órganos de la Administración, reduce ostensiblemente la fiscalización de la cuenca y hace inviable, en la práctica, algunos de los criterios proteccionistas establecidos en la nueva ley de Aguas aprobada en 1987 y en los posteriores reglamentos.
A pesar de esta falta de medios humanos, la Confederación Hidrográfica instruyó en 1988 alrededor de 1.000 denuncias por diversas irregularidades cometidas por particulares en los márgenes y el cauce.
Según la estadística de sanciones facilitada a este periódico, cerca de un 20% de estas denuncias corresponden a problemas ocasionados por la extracción de áridos, mientras que el resto lo son por diversas causas, entre las que se encuentran la de los vertidos industriales ilícitos.
La falta de efectivos para la vigilancia del no Tajo ha sido reiteradamente planteada ante diversas instituciones y organismos. El propio Ayuntamiento de Aranjuez trató el tema el 15 de mayo, en el transcurso de unas jornadas nacionales dedicadas a examinar la situación de los objetores de conciencia en nuestro país y los servicios civiles sustitutorios que pueden encomendarse a los jóvenes.
Fiscalizadores
Un portavoz del Ayuntamiento de Aranjuez planteó, en esta asamblea, la necesidad de que se diera a los jóvenes objetores de conciencia la posibilidad de efectuar un servicio social sustitutorio, controlando el cauce del Tajo, en calidad de fiscalizadores del medio ambiente. La propuesta del edil del Ayuntamiento de Aranjuez fue favorablemente acogida por todos los reunidos y se confla que la mismas se pondrá en marcha en 1990.
La falta de medios humanos para vigilar las cuencas hidrográficas no es un problema exclusivo del Tajo. Otras cuencas, como por ejemplo la del río Ebro, padece un problema similar, según han asegurado portavoces de esta última Confederación en el transcurso de una conversación mantenida en la sede central de Zaragoza.
Los 85.000 kilómetros cuadrados de cuenca del río Ebro están controlados por un tota de 50 hombres, aseguró Eugenio Nadal Relmat, presidentt de este organismo.
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