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Una gravera destroza un tramo de la vega del Jarama

Un tramo de la vega del río Jarama ha quedado destruido como consecuencia de la extracción supuestamente incontrolada de gravas, que ha afectado a terrenos del municipio de Aranjuez (Madrid). Autoridades del municipio afectado y la Confederación Hidrográrica del Tajo consideran responsable del desastre ecológico a la empresa Gravera El Puente, SL, y anuncian la puesta en marcha de expedientes disciplinarios. La entidad mencionada fue denunciada en seis ocasiones por los servicios de vigilancia de la confederación por otras irregularidades cometidas en la extracción de gravas.

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La primera voz de alarma la dio Enrique Rasche, 55 años, un industrial de la zona, propietario de una finca situada en el paraje agredido, denominada Los Tejares. Los terrenos afectados por la acción de la gravera, que pertenecen a distintos propietarios, se encuentran a caballo entre los términos municipales de Seseña, en la provincia de Toledo, y el de Aranjuez, en la de Madrid.Los Rasche adquirieron los campos a principios de siglo, para dedicarlos a la explotación agrícola y al pastoreo. La finca fue expropiada durante la guerra civil y los Rasche iniciaron una larga polémica con los aparceros hasta que consiguieron desalojarles y proseguir con su explotación agrícola. Rasche padre, el tercero de la generación, fundó recientemente una sociedad agrícola de transformación, mejoró los cultivos e instaló un complejo industrial hotelero en un rincón de su propiedad, al pie de la carretera de Madrid a Andalucía.

Todo este mundo empezó a tambalearse cuando Rasche contempló atónito las excavadoras y los camiones de una empresa dedicada a la extracción de áridos que devoraban, poco a poco, el terreno colindante con sus tierras, se comían los márgenes y provocaban una mutación en el ecosístema. La vega desaparecía y en su lugar afloraban grandes charcones de agua estancada, llegando incluso a modificarse el cauce natural del río Jarama.

Alarmado por los efectos depredadores de las máquinas, Rasche inició un largo peregrinaje por organismos de las diferentes administraciones, hasta que el pasado 16 de mayo logró del Ayuntamiento de Aranjuez una orden de inmediata paralización de las obras de extracción de áridos, por carecer de la oportuna licencia municipal.

Batalla ecológica

Pero la batalla ecológica del ciudadano Rasche no había hecho más que empezar. Hoy lleva rubricadas más de media docena de denuncias ante varios departamentos de distintas administraciones -incluidas las comunidades autónomas de Madrid y de Castilla-La Mancha, las delegaciones del Gobierno en ambas, la Confederación Hidrográfica del Tajo y las autoridades municipales-, al tiempo que ha presentado un interdicto ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Aranjuez, en el que solicita la paralización de las obras. El pasado 6 de mayo el juez convocó a las partes litigantes, para celebrar la vista oral, pero el juicio se aplazó para efectuar peritajes.

Las obras de extracción finalmente han quedado paralizadas en la parte que afecta al término de Aranjuez (Madrid), como consecuencia de la actuación de diversas administraciones. La empresa ha reanudado los trabajos en otra zona colindante de la provincia de Toledo.

Los supuestos responsables del atentado ecológico son los propietarios de la empresa Gravera El Puente, SL, fundada en mayo de 1982, vinculada a una conocida familia de constructores apellidada Aguado. Una hija del fundador de la sociedad -Esther Beatriz Aguado Gavilán- figura como uno de los administradores de la firma, según se desprende del Registro Mercantil. Gravera El Puente, que trabaja esencialmente para empresas dedicadas a la reparación y construcción de carreteras, ha acumulado en los últimos años media docena de denuncias, incoadas por la Confederación Hidrográfica del Tajo, por supuestas irregularidades cometidas en la explotación de la gravera. Entre otras cosas, se le considera responsable de excederse en sus extracciones, al invadir zonas de dominio público para las cuales no tenía permiso de explotación.

Ignacio Muñoz Blanco, inge niero técnico de la empresa Gravera El Puente y responsable técnico de la explotación, afirma que ésta ha sido la primera ocasión en que han tenido un conflicto de tales dimensiones y que han fracasado los intentos de diálogo, iniciados con el propietario de la finca supuestamente afectada y con el Ayuntamiento de Aranjuez.

El mismo portavoz de la empresa ha recalcado que la firma posee un permiso de extracción otorgado por el departamento de minas de la Comunidad de Castilla-La Mancha, pero reconoce que, por error, se trabajó en una zona del término municipal de Aranjuez, sin autorización de las administraciones responsables de la zona. Pero asegura que se trató de "una fácil equivocación", provocada porque los lindes municipales son confusos.

Cambio de propietarios

Este mismo portavoz afirma que la actual dirección de la empresa poco tiene que ver con la gestión anterior de la firma, ya que hubo un cambio de propietarios.

Con esta fórmula, la empresa Gravera El Puente pretende eludir la responsabilidad creada por el desmonte y la obligación que tienen de restaurar la zona siniestrada, según el asesor jurídico de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Los propietarios reales de Gravera El Puente han sido desde siempre los mismos y a esta sociedad le compete la restauración, ha añadido el citado portavoz. Para la Confederación Hidrográfica del Tajo, lo sucedido en la finca Los Tejares es un símbolo de la "ineficaz fiscalización y control" de las zonas de dominio público.

Los derechos y deberes de las administraciones públicas se superponen en el control de las márgenes de los ríos y en el momento de otorgar las licencias de extracción de áridos. Desde un punto de vista administrativo se configura una verdadera jungla, que los más audaces logran soslayar.

La extracción de áridos se convierte en algunos casos en uno de los negocios más rentables, ha asegurado un técnico en este tipo de explotaciones, pero al mismo tiempo es uno de los factores de degradación más importante de los ríos.

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