La 'casa verde'

Una verdadera obsesión italiana por la conservación de la Amazonia ha llevado al autor de La ciudad y los perros a sentirse en Scanno como un seguidor involuntario del cantante Sting, con algunas correcciones fundamentales: Vargas Llosa, que ha situado escenarios suyos en ese pulmón del mundo que es el bosque amazónico, no piensa que haya que mirar a esa casa verde de América Latina sólo como "una reserva de pájaros, ríos y árboles, sino como un lugar donde habitan seres humanos que también han de beneficiarse del progreso y no resignarse sólamente a servir de pulmón de otros".

Vargas Llosa, que ya no considera que pueda cuestionarse su concepto progresista de la vida, piensa que los hombres "malgré tout, estamos mejor hoy que en el Renacimiento o en la Edad Media, porque hay más oportunidades para un número mayor de hombres que en el pasado y porque los hombres y las mujeres hemos ganado muchas batallas, entre ellas la batalla contra el hambre. Pero no debemos destruir las culturas primitivas que han permanecido en esta época y que han dado respuestas respetables a problemas que son comunes".

Vargas Llosa está a favor de la cultura ecológica que ha nacido ahora, pero reprocha a los que la defienden su olvido de que en la Amazonia, por la que se le ha preguntado en Italia como si él fuera el alcalde de ese bosque, no se habla de los hombres.

"Debemos modernizar América Latina", dice el escritor. "Estoy a favor de la preservación de la Amazonia, pero esto no debe hacerse con el sacrificio de Perú, Bolivia o Brasil, que dependen de los recursos económicas de esta zona del mundo. Preservarlos debe ser una misión que no vaya en contra del progreso económico de estos pueblos. La gente no puede renunciar a ese progreso necesario porque el mundo necesite un pulmón".