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REPRESIÓN EN CHINA

La sangre de otras 24 personas corre en China

La sangre volvió a correr ayer en China, que ha hecho oídos sordos a las peticiones de clemencia de la comunidad internacional y ha ejecutado a otros 24 hombres. De éstos, 17 fueron ajusticiados en Jinan, capital de la provincia de Shandong, tras un juicio público al que asistieron miles de personas. Los siete restantes, que junto con una mujer fueron condenados a muerte el sábado pasado por un tribunal de Pekín que les tachó de "contrarrevolucionarios", habían apelado la sentencia, pero no hubo perdón para ellos. Como se temía en círculos diplomáticos, las ejecuciones de los tres de Shanghai, el miércoles, han sido el comienzo de una cadena que no se sabe con cuántas decenas de vidas puede acabar.

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En sólo dos días los tribunales populares han mandado a la muerte, de un tiro en la nuca, a 27 hombres de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años. Sobre la mayoría de ellos las únicas acusaciones que pesaban era haber incendiado trenes, autobuses o motocicletas y haberse enfrentado violentamente a la policía y efectivos del Ejército.El pabellón de deportes de Jinan, unos 300 kilómetros al sur de Pekín, estaba repleto de personas que asistieron, a instancias de sus jefes y para aprenderse la lección, al juicio contra 45 "rufianes". Según el diario local Dazhong Ribaou, sobre los 17 condenados a muerte pesan dos homicidios, una violación y diversos robos. Contactado por teléfono, un redactor del diario dijo que el juicio pretendía dar un escarmiento a los que habían provocado disturbios en las calles de esa ciudad tras la entrada de los tanques en Tiananmen, pero no aclaró si esos mismos "delincuentes" habían participado en las protestas.

Represión y autoritarismo

China está decidida a reprimir con toda la fuerza de su autoritarismo cualquier brote que ponga en duda el sistema socialista o el Gobierno del partido comunista Tachados de "contrarrevolucionarios", muchos de los ya detenidos en la caza de brujas desatada por todo el país pueden encontrarse en los próximos días con una bala en la nuca.

Hasta el momento todos los ejecutados han sido obreros o desempleados, pero se teme que la pena de muerte caiga sobre al gún estudiante para que la Universidad no quede libre de la mano impacable de la justicia popular.

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[El Congreso de los Diputados español expresó ayer su estremecida condena" por las ejecuciones, recalcando su convicción de que "nunca la muerte, la sangre ni la violencia han podido cerrar el paso a las ideas". A las ocho de la tarde, numeroso manifestantes pidieron clemencia ante la embajada china en Madrid.]

La televisión china anunció ayer la detención en diferentes provincias del país de 12 "espías" al servicio del Partido Nacionalista (Kuomintang), refugiado en Taiwan tras la guerra civil (1949). A todos ellos se les acusa de haber pasado información al Gobierno de Taibei y de haber aprovechado las protestas estudiantiles "para agitar y meter cizaña". La televisión ha mostrado imágenes de algunos de ellos participando en las manifestaciones de Pekín y Shanghai. Las relaciones extraoficiales con Taiwan, que habían mejorado sensiblemente en los últimos dos años, cuando ambos Gobiernos abandonaron la actitud belicista que los enfrentaba, pueden verse seriamente dañadas si los supuestos espías son ejecutados.

Días atrás, durante la visita que esta enviada especial hizo a la Zona Económica Especial de Xiamen, situada frente a las costas de Taiwan, los inversores taiwaneses en el área expresaron su temor a que la inestabilidad del régimen chino llevara al partido comunista a volverse nuevamente con "actitud enemiga" hacia Taiwan para desviar la atención de los problemas interiores.

De poco ha servido que nada más conocerse la ejecución de los tres de Shanghai numerosos dirigentes internacionales expresaran su profundo pesar por la forma en que China ha decidido háter frente a las demandas de libertad y de lucha contra la corrupción. "El castigo está totalmente fuera de la proporción del delito", dijo la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

Para el Gobierno de la República Federal en Alemania, uno de los primeros en pedir que se ejerciera clemencia, "las ejecuciones, realizadas sin hacer el más mínimo caso de la opinión mundial, significa una peligrosa vuelta atrás en la era del totalitarismo cínico de China de los años anteriores a 1978".

Los chinos son, tal vez, los únicos que no se han sorprendido por la actuación de su justicia. Muchos son los que están convencidos de que en el país sobran habitantes y que los "delincuentes como mejor están es muertos", según han afirmado a este periódico. Otros contemplan temerosos las barridas policiales y aseguran que la llamada "contrarrevolución" no se saldará con menos de 50 fusilamientos.

[La hija de Qiao Shi, el hombre que parece tener más posibilidades de convertirse en el próximo secretario general del Partido Comunista de China (PCCh), se ha visto obligada, junto con su esposo, a abandonar su residencia en Houston (Estados Unidos) tras recibir múltiples amenazas, según informó un dirigente estudiantil chino a la agencia Reuter. La joven Xiaoxi Qiao y su marido, que se mostraron favorables al movimiento en pro de la democracia en China, estudian medicina en la universidad tejana de Baylor. Su padre, uno de los cinco miembros de la Comisión Permanente del Comité Central del PCCh, se apunta, desde su responsabilidad al frente de los servicios de seguridad, como sucesor del supuestamente defenestrado Zhao Ziyang].

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