Un cartel de artistas en la corrida de Beneficencia

Tres diestros de corte artístico harán hoy el paseíllo en la plaza de Las Ventas para actuar en la tradicional corrida de Beneficencia, que organiza la Comunidad de Madrid. Asistirá el rey Juan Carlos. Rafael de Paula, ausente de la Feria de San Isidro, José Luis Parada y Roberto Domínguez -dos de los pocos espadas que lograron cortar oreja en la misma- lidiarán toros de bella estampa y trapío pertenecientes a la ganadería albacetense de Samuel Flores. El festejo dará comienzo a las siete en punto de la tarde y será televisado en directo por la segunda cadena.

El presupuesto de esta corrida roza los 30 millones de pesetas, 25 de los cuales se han empleado en la contratación de toros y toreros. Juan Antonio Gómez-Angulo, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid y responsable máximo de la organización, no detalla lo que cobra cada torero: "Eso se sabrá cuando hagamos públicas todas las cifras posteriormente". Aunque reconoce que el de más altos honorarios es Rafael de Paula.Gómez-Angulo se defiende de las críticas que ha suscitado la terna de toreros en algunos sectores taurinos: "Es un cartel redondo y muy del gusto de la afición madrileña". Afirma que la no inclusión de El Boni, que cortó más orejas en el ciclo-isidril.que Parada y Domínguez, sólo se debe a que era necesario cerrar la combinación muy pronto por los trámites legales y burocraticos del festejo.

"Intenté reparar la ausencia de Paula en la feria, como ya hice en 1988, porque se corría el riesgo de que no actuase este año en Madrid, y pronto llegamos a un acuerdo", señala Gómez-Angulo, que pasa a explicar la contratación de Parada y Domínguez: "Cuando cortaron la oreja me puse en contacto con ellos y repondieron que sí antes de que el martes 23 tuviera su actuación más triunfal El Boni. Lo siento por él, pero ya no podía volverme atrás". Para el ganadero albacetense Samuel Flores, volver con sus toros, tantas veces lidiados en este festejo, es un honor: "Por trapío e historia, mis toros son muy adecuados para Madrid y ya iban a venir a San Isidro cuando llegó la oferta de la Comunidad, que acepté gustoso, pues el realce es mayor por la presencia del Rey y de la televisión". Añade que también la responsabilidad es mayor, pero que no la rehuye porque quiere demostrar que el bache que sufrió su ganadería en la década de los años 70 ya está superado.

Paula estuvo tentado de acudir con uno de sus novedosos y rompedores trajes, pero al final desistió, aunque sí traerá el capote con vueltas azules. Al jerezano le molesta ser noticia, como en estos días, por razones extrataurinas y se ha retirado al campo durante una semana para prepararse. Su apoderado, Tito de San Bernardo, confia en que esas circunstancias no le afecten: "Es una persona de una extraordinaria sensibilidad dentro y fuera del ruedo. Yo creo que la derramará en forma de arte esta tarde".

Para Domínguez comienza una serie de compromisos televisados, que van a definir su futuro: Albacete, Málaga -donde toreará como único espada- y la corrida de la Prensa de Madrid, frente a seis victorinos, también en solitario. "Los toreros estamos para torear, ¿no?", pregunta, y agrega: "Si otros se esconden, allá ellos. Yo, desde hace dos años, doy la cara siempre". Además, este hombre de ideas progresistas podrá estrechar la mano del Rey: "Me encanta, porque en 1975 también participé en la Beneficencia y nos obligaron a estrechársela a Franco. Me satisface más la del Rey".

También a Parada, de ideas igualmente avanzadas, le apetece estrechar la mano del Rey, y bromea: "Nunca participé en tiempos de Franco en la Beneficencia, con lo que me libré de tan engorroso compromiso protocolario". Centrándose en lo taurino, el torero, muy exigente consigo mismo, expresa sus esperanzas: "No me basta con una orejita en Madrid, aunque ha sido decisiva, y no cejaré hasta abrir la puerta grande".