El hombre y los minerales
, Las nuevas salas del Museo Nacional de Ciencias Naturales se completan con una referencia a la evolución humana y otra a los minerales y al uso que ha hecho y hace el hombre de ellos. Los primates aparecieron hace unos 65 millones de años. Cuando los dinosaurios estaban a punto de extinguirse ya existían mamíferos que por su dentición anunciaban lo que iban a ser los primates.
No obstante, hasta hace unos 4 millones de años no aparecen los primeros representantes del género homo, que desarrollan la visión binocular y una gan capacidad craneal. Los primeros homínidos bípedos de los que se conocen huellas vivieron hace 4 millones de años en Laeloti (Tanzania).
En el museo se muestran distintas figuras de primates y esqueletos que dan una idea de la evolución humana, que pasa por el australopitecus, parantropos, homo habilis, homo erectus y homo sapiens. Una figura representando a un astronauta establece el contraste a la muestra de sus parientes humanos tanto fósiles como actuales.
Oro del Sil
El museo presenta también una exhibición estable de minerales que han servido al hombre para la conquista de la naturaleza o le han ayudado a descubrir la belleza de lo que le rodeaba. De esta forma, se exhiben minerales de usos preindustriales -armas de sílex, sal para la alimentación, mezclas para pinturas- y usos industriales -sobre todo metales. También se hace referencia a objetos de la era actual tan cotidianos como el dentífrico o las piezas del automóvil.
Hay, por otra parte, minerales valiosos extraídos de yacimientos españoles como la piromorfita (fosfato de cloro y plomo), de Horcajo (Ciudad Real), plata, oro y más concretamente oro nativo del Sil (Orense). Además se muestran azufres, yesos, piritas y yacimientos de hulla, pizarra y cobre. En una cámara acorazada se exhibe una buena parte de los tesoros minerales entre los que se encuentran esmeraldas y pepitas de oro de la época colonial de América (una de estas pepitas de oro pesa 440 gramos). También hay esmeraldas de Muzo (Colombia), amatistas, berilos, rubíes...
Tras admirar varias clases de minerales fluorescentes que adquieren insospechadas formas y colores en la oscuridad, los amantes de la cristalograria pueden llevarse una buena impresión de cuarzos y cristales que se muestran en las últimas vitrinas. Dentro del museo, en salas que se irán abriendo progresivamente hasta 1993, quedan importantes colecciones de naturaleza ibérica, mariposas y crustáceos, entre otros materiales.
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