El SENPA, principal comprador de cebada ante la caída de los mercados

El Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), como organismo de intervención de la Comunidad, se ha convertido en estas fechas finales de campaña en el principal comprador de cereales en un mercado con clara tendencia a la baja. Según estimaciones provisionales, las cantidades que se pretenden colocar en los silos oficiales se encuentran entre 200.000 y 300.000 toneladas.A diferencia de lo que sucediera la campaña anterior, con precios muy altos en primavera, en esta ocasión han fallado las previsiones de muchos agricultores, cooperativas, almacenistas y la propia Administración. Con el fin de lograr mejores cotizaciones, el Ministerio de Agricultura alentaba hace un año a los cerealistas a retrasar sus ventas a la espera de estos meses de cierre. Sin embargo, han fallado los cálculos en una campaña excedentaria cuya producción se ha cifrado en unos 10,5 u 11 millones de toneladas.

Las exportaciones autorizadas de cebada con restituciones de la CE han ascendido a 1,1 millones de toneladas. Esta cantidad ha sido insuficiente para eliminar todos los posibles excedentes cuando la demanda en el mercado interior se sitúa en unos 8 millones de toneladas con tendencia a la baja por el uso de materias primas sustitutivas.

Los precios en el mercado de la, cebada se sitúan por debajo de las 24 pesetas en las zonas productoras más importantes como el Duero. Este hundimiento de cotizaciones ha cogido a muchos agricultores, cooperativas y almacenistas con importantes existencias. El mantenimiento de estos stocks les acarrearía elevadas pérdidas ante el inicio casi inmediato de la próxima campaña con precios muy inferiores.

Por parte de la Administración se había considerado la posibilidad de solicitar nuevas autorizaciones para la exportación con restituciones. Sin embargo, la Comisión de la Comunidad no se ha mostrado favorable a esta medida. En el mejor de los casos, se confía que Bruselas adopte medidas encaminadas a la exportación para que entren en vigor en los primeros meses de campaña.

La sequía de los últimos meses había contribuido en muchos casos a un aumento de los almacenamientos ante la posibilidad de cosechas cortas. Aunque ésta no va a ser en ningún caso como la de 1988 pues las lluvias recientes han colaborado a mejorar las expectativas en importantes zonas del país.