El presidente Alfonsín se muestra dispuesto a entregar el poder "en fecha próxima"
El presidente argentino, el radical Raúl Alfonsín, anunció que está dispuesto a entregar anticipadamente el poder, "en fecha próxima" y "sin menoscabo de texto constitucional". Al mismo tiempo que bancos y casas de cambio permanecían ayer cerrados para evitar la especulación, continuaban las reuniones para buscar una fórmula legal que permita al candidato electo, el peronista Carlos Menem, asumir la presidencia antes de la fecha prevista del 10 de diciembre.
Peronistas y radicales, empresarios y sindicalistas, ministros, diputados y senadores, e incluso curas y militares, se reúnen sin cesar con el fin de encontrar una salida política, legal, social y económica a la crisis argentina, para evitar que el país caiga en el caos económico y el vacío de poder.Como primera medida se acordó decretar que ayer sería festivo bancario y cambiario, para evitar una nueva estampida del dólar y que la retirada de fondos en los bancos provocaran la insolvencia o que subiesen las tasas de interés al 200% mensual y más. El cierre bancario podría prolongarse por más días, pero sólo significa un breve respiro y no una solución para la crisis. Se prepara un nuevo plan económico, que viene a dar un vuelco a lo acordado hace pocos días. Se pretende implantar de nuevo el control del cambio de divisas, que había sido liberalizado completamente, y se habla de fijar un dólar oficial en torno a los 160 australes.
Alfonsín anunció oficialmente en la noche del domingo: "Estoy dispuesto a ejercer plenamente la función de presidente de la nación hasta el 10 de diciembre, adoptando todas las medidas que exigen las circunstancias. No obstante, advierto que, en el contexto de una severa crisis económica, el periodo de transición resulta exageradamente largo". El texto, leído por el portavoz presidencial Ignacio López, añade: "Se está tramitando la firma de un acuerdo por el cual quedaría establecida la voluntad de asegurar, sin menoscabo del texto constitucional, que el presidente electo asuma en fecha próxima". "Del mismo modo que estoy dispuesto a ejercer el gobierno sin desmayos hasta el 10 de diciembre, en caso de ser necesario, estoy dispuesto a todo sacrificio en favor del bien común, siempre sobre la base del consenso", añadió.
Consenso
Mientras Buenos Aires vivía un domingo febril con reuniones en todas partes -residencia presidencial, Congreso, viviendas privadas-, que duraron hasta la madrugada del lunes, Menem vivía una jornada relajada en La Rioja, provincia de la que es gobernador. Se habla ya en Buenos Aires del ritmo riojano, una categoría temporal diferente, que no tiene nada que ver con la histeria con que la capital vive la crisis.
Menem llegó ayer por la mañana a Buenos Aires y al mediodía declaró: "El adelantamiento de la entrega del poder, el acortamiento del mandato del señor presidente de la nación, sobre todas las cosas tiene que ser sólidamente fundamentado en el ámbito de lo jurídico, a partir de la Constitución nacional". Después Menem habló de "consensuar todo esto, dar una respuesta a estos aspectos y recibir el país con un mínimo de reservas, para poder afrontar esta difícil situación". Añadió Menem que "aparentemente hay consenso" y dijo que "no hay fecha, no nos jugamos a una fecha, hasta que no armemos bien este esquema. No queremos asumir responsabilidades si no son compartidas por todos los sectores de la comunidad". Además del problema constitucional, se trata de encontar una salida, lo menos denigrante posible para Alfonsín, que trata de cumplir, al menos, su objetivo de entregar la banda a su sucesor, elegido por el pueblo y no a un tercero, como sería si se aplica la ley de acefalía política.
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