_
_
_
_

Bucarest, Praga y Berlín Este se alían contra las reformas en Hungría

Los regímenes más ortodoxos del este de Europa están creando un eje antirreformista cuyo principal objetivo parece ser una política común contra el proceso democratizador de Hungría en el seno del Pacto de Varsovia. El eje Bucarest-Praga-Berlín Este ha reforzado esta semana su pujanza "contra desviacionismos antisocialistas" y prosigue la intensificación de sus contactos trilaterales.La denuncia del contrato bilateral con Praga para la construcción de una central hidroeléctrica, la entrevista de la televisión húngara con Alexander Dubcek y el desmantelamiento del telón de acero con Austria han alineado ya a Praga y a Berlín Este con la ya abiertamente hostil política de Bucarest hacia el experimento húngaro. Hasta ahora la política húngara ha contado con el apoyo de Moscú, pero su único aliado convencido en el camino hacia el sistema pluripartidista y democrático es Polonia. El primer ministro húngaro, Miklos Nemeth, concluyó el martes una visita a Varsovia en la que el jefe del Estado, Wojciech Jaruzelski, y el del Gobierno, Mieczyslaw Rakowski, expresaron su pleno apoyo a la vía húngara hacia la democracia.

Solidaridad socialista

Los medios checoslovacos han proseguido mientras sus ataques a Hungría "por violar la solidaridad en la comunidad socialista" al suspender las obras del proyecto común de una gigantesca central hidroeléctrica en el Danubio.

Ayer, el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu, llegó en visita oficial a Checoslovaquia, país que hace tan sólo 10 días había visitado Erich Honecker, jefe de Estado de la RDA. Honecker señaló en Praga que existe pleno acuerdo ideológico entre Praga y Berlín Este.

Ceaucescu ha llegado a calificar la nueva política húngara de "revisionista, antisocialista y horthysta" (en referencia al régimen autoritario de derechas de Horthy en los años cuarenta). La próxima cumbre del Pacto de Varsovia se celebrará en Bucarest.

Por otra parte, en Checoslovaquia fue liberado ayer el dramaturgo disidente Vaclav Havel, después de haber cumplido la mitad de la condena de ocho meses de cárcel por asistir a una concentración en honor de un joven que se autoinmoló en 1969 en Praga en protesta por la invasión que aplastó el movimiento de Dubcek.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_