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PROCESO DEMOCRÁTICO EN AMÉRICA LATINA

Azcona: "Lo importante es que haya detenido su proceso totalitario"

El presidente hondureño, José Azcona Hoyos, ha tardado más de un año en llegar a España, desde que en abril de 1988 suspendiera la visita oficial programada por un estruendoso rumor de sables, pieza que ahora se toca con sordina. La visita, que durará hasta el jueves, tiene un contenido económico: financiación blanda de la construcción de un nuevo aeropuerto en la capital, Tegucigalpa, y sólo subsidiariamente político: Azcona asegura que su país cumple escrupulosamente los acuerdos centroamericanos, de lo que cree firmemente que no todos sus vecinos pueden decir lo mismo. Pese a ello, en estado de buena esperanza para la paz, Azcona admite que se han dado pasos para la democratización en el gran espantajo que Washington agita ante los vecinos del istmo: la Nicaragua sandinista.

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Azcona está seguro ya de poder hacer con tranquilidad la visita a España de la que se abstuvo hace un año. Entonces "no habría sido prudente dejar el país", pese a que la situación creada por el asalto de una masa enfurecida a la Embajada norteamericana, en protesta por la extradición a EE UU del barón del narcotráfico José Ramón Matta, "se resolvió en un par de días". Todo finalizó con "un acto institucional necesario para la unidad y la seguridad de la nación, por el que se entregó a la autoridad en Estados Unidos a un señor Matta que representaba alguien muy grande del cártel del narcotráfico y que incluso excedía la capacidad de control de Honduras".El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, declaró el pasado día 19 a EL PAÍS que en Honduras se había producido un recrudecimiento del movimiento guerrillero y que se habían desplazado tropas a distintos puntos del país. Esos acontecimientos estaban marcados por el asesinato en enero pasado del ex dictador general Gustavo Álvarez Martínez, reivindicado por el movimiento Los Chinchoneros, también conocido por su nombre civil de Movimiento Popular de Liberación Nacional de Honduras. El propio general Álvarez "contribuyó a que lo asesinaran, en el sentido de que nunca quiso aceptar ningún tipo de seguridad, ni siquiera él llevaba armas cortas personales, y así, para ellos, fue muy fácil presa el asesinato, la ejecución de este hombre, que por ir desarmado reviste caracteres mucho más repudiables. Fue una verdadera caza, un acto muy violento y cobarde". Sin embargo, el presidente no cree que el chinchonerismo "represente mucho, pues a veces reivindican alguna acción, y han colocado algunos artefactos que, para desgracia de ellos, muchos les han estallado en las manos. Puede ser que haya algunas gentes que anden en las montañas, pero en muy poca cantidad, y cuando ha surgido un brote de eso, las fuerzas armadas lo han sofocado. Como en todas partes, en Honduras hay grupos radicales de izquierda que se juntan en las ciudades para este tipo de actos".

España tiene tan intenso como complejo parentesco con Honduras, según el presidente, él mismo hijo de españoles, puesto que "se trata de un país hermano, y lo hemos considerado siempre los hondureños como la madre patria". A España se la visita siempre "por muchos motivos convenientes y necesarios", y ya más en lo terrenal, porque "hay caminando varios créditos desavío, como se llaman, junto a la posibilidad de realizar un nuevo aeropuerto en Tegucigalpa con fondos que España facilita al Banco Interamericano de Desarrollo, y con fondos directos de Gobierno a Gobierno, o sea, que tenemos mucha posibilidad de tener ese financiamiento de entre 80 y 100 millones de dólares".

[Posteriormente, en una conferencia de prensa, Felipe González señaló que el presupuesto de la obra asciende a 82 millones de dólares].

La posición hondureña en el conflicto centroamericano afirma Azcona que es muy clara, porque "somos el país que prácticamente no tenemos problemas de tipo político, tal vez en eso sólo nos supere Costa Rica, y en algunos aspectos hasta superamos a Costa Rica, como nuestra mayor participación colectiva, más población, incluso el nivel de nuestras campañas políticas ya es más cívico que en Costa Rica, con mayor concurrencia porcentual, y desde luego mucho mayor, porque tenemos más electorado". Las dificultades comienzan, en cambio, donde nacen las fronteras. "Sólo tenemos problemas en lo que se refiere a los colindantes; tenemos refugiados hondureños, tenemos refugiados nicaragüenses, tal vez 60.000; cuidado, que no estamos hablando de combatientes".

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Donaciones españolas

El tema de nuestro tiempo para Honduras se llama Nicaragua. El que España haga donaciones de 40 o más millones de dólares, como pedía el mes pasado en Madrid el presidente Ortega, "está bien si se trata de donaciones de paz", si "la ley electoral de los sandinistas va a ser suficientemente clara y si la oposición se declara satisfecha sobre la composición del tribunal electoral y sobre la ley de Prensa; el compromiso del presidente Ortega fue de que serían leyes totalmente transparentes y justas. Por otra parte, es importante que la oposición concurra ya a esa lucha electoral, sean cuales fueren esas leyes, o sea, que no debe quedarse en Miami ni fuera de Nicaragua". Eso significa que "se han dado algunos pasos para la democratización de Nicaragua, pero lo importante es que un proceso totalitario se haya detenido en un punto, y que incluso haya una reversión de ese proceso, desde el que se inicie el regreso, y eso es lo que deseamos todos". ¿Hemos llegado ya a ese punto? "Yo dijera que sí, pero hay muchas reticencias y muchas resistencias, no sé si de parte del presidente Ortega o más bien de la gente que lo puede rodear. Van a ser unos meses de mucha lucha, de mucha fuerza, y donde hay que demostrar mucha decisión de parte de la oposición en Nicaragua para no dejarse arrebatar un posible triunfo de la democracia. Es cierto que podría ganar la oposición, aunque la salida también cabe que sea gradual, que gane el sandinista, pero que quede debilitado en su victoria y ya tenga que ir saliendo".En unas declaraciones a este periódico publicadas en noviembre pasado, Azcona prometía para los primeros meses de este año la repatriación de, la contra antisandinista acampada en su país, cerca de la frontera con Nicaragua. Esa repatriación no tiene todavía calendario, según consenso casi universal, porque Washington ha votado fondos humanitarios para sostener a la guerrilla, unos miles de hombres, al menos hasta febrero, en que están previstas las elecciones en Managua. "Estados Unidos ya reconoce el plan de repatriación de la contra, pero mientras se dan las condiciones en Nicaragua para que se proceda a la reubicación, y eso no le gusta a Managua, se mantiene una ayuda humanitaria condicionada a que no debe haber un solo tiro. Por ello, Estados Unidos está coadyuvando a la solución del problema, aunque parece que Nicaragua no quiere entenderlo así". Hablar de fechas, sin embargo, más que mediada la primavera de 1989, no parece posible. "Nosotros nos comprometimos en marzo pasado, en El Salvador, a la repatriación, pero no en 90 días. Garantizamos a Nicaragua que no habrá una invasión desde nuestro país, que nuestro Ejército no atacará Nicaragua, pero no podemos ser las niñeras de los problemas nicaragüenses. Éste no es nuestro pleito, porque tan nicaragúenses son los contrarrevolucionarios como los revolucionarios, tanto como lo sean Ortega o Borge".

'Contra' hasta febrero

¿Ha pedido Washington a Honduras que mantenga a la contra hasta febrero? "En la práctica, no. Se ha hablado de estas cosas, pero lo que pasa es que nosotros estamos de acuerdo con esta situación, que nos favorece, para comprobar si Nicaragua se democratiza. Lo que quisiera Managua es que nuestras fuerzas armadas se metieran con la contra y los desalojáramos a costa de sangre hondureña, aunque para ello tuviéramos 500 o 1.000 muertos. Si hubieran querido habrían podido taponear toda la frontera y no dejar retirarse a Honduras a la contra, pero prefirieron dejar que se retiraran a sus enclaves haciendo lo de a enemigo que huye, puente de plata". Por ello, cualquier calendario para la repatriación "depende de Nicaragua, que ha de hacer un plan para la reubicación primero de los familiares de la contra, ofreciéndoles tierras, porque son la mayoría gente de muy baja condición, campesinos. Una vez que eso suceda, los combatientes seguramente se van a acoger a la amnistía y se van a ir a Nicaragua. Por nuestra parte, no hay retraso en el cumplimiento de los plazos. En todo caso, lo habrá de Nicaragua".¿Qué puede hacer España para contribuir a la paz en Centroamérica? "Puede hacer mucho, máxime en este momento de distensión en el mundo: en Camboya, Angola, Namibia; esta convergencia de acciones demuestra que hemos llegado a un punto en que la búsqueda de la paz es lo más importante". ¿Ha sido equilibrada la actitud española entre las dos partes? "Yo creo que sí. Al principio pudo haber países europeos, no lo digo por España, que por falta de información no entendieran el problema y que se inclinaran más a Nicaragila pero ahora hay una mayor comprensión y una mayor equidad. Pero nosotros no tenemos ninguna queja de la actitud de España". Hermana y madre, por descontado.

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