La URSS abre las puertas de sus bases de carros de combate a la Prensa internacional

El Ejército soviético abrió ayer, por primera vez en la historia, las puertas de una de sus bases de carros de combate a la Prensa internacional, coincidiendo con la reanudación en Viena de las negociaciones sobre desarme convencional entre la OTAN y el Pacto de Varsovia.

Más de 180 periodistas de todo el mundo acudieron ayer a Juterbog para inspeccionar la base de uno de los regimientos acorazados que serán retirados de la República Democrática Alemana (RDA), en el marco de la reducción unilateral de tropas y armas convencionales anunciada en enero ante las Naciones Unidas por el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov.El comandante en jefe de las fuerzas soviéticas en la RDA, Vaeili Fursim, anunció que, paralelamente a la retirada de carros de combate y a la desmovilización en la URSS de gran parte de la tropa, el mando soviético ha decidido comenzar de inmediato con la reconversión de su estructura militar en la RDA, para "darle un carácter inequívocamente defensivo".

Con este fin se reducirá el número de carros de combate en los regimientos que permanezcan en el territorio de la RDA, se disolverán batallones de paracaidistas y se reforzará a cambio el armamento antitanque y otros medios de defensa, como la colocación de minas.

Retirada

La retirada de 4.000 carros de combate, 10.000 hombres estará concluida, según los mandos soviéticos, a finales del próximo año. Los preparativos para dicha retirada están terminados, y el próximo 17 de mayo partirá hacia la URSS el primer tren con carros de combate, desde Juterbog. Un día después comenzarán a evacuarse los carros de combate y las tropas del 17Y regimiento acorazado, con base en Prenzlau.Los soldados del 2882 regimiento de Juterbog ultimaban ayer los preparativos técnicos para cargar en los vagones del ferrocarril sus carros de combate, tan atónitos ante la avalancha de informadores occidentales como éstos ante el gesto sin precedentes de glasnost (transparencia) por parte de las autoridades mifitares soviéticas.

Los acorazados que este regimiento retira de Juterbog son del modelo T64, la mayoría con una antigüedad de entre cuatro y seis años. "Quien diga en Occidente que sólo nos llevamos chatarra de aquí debería ver bien estos aparatos. No le recomendaría que los tuviera enfrente", decía un oficial en medio de un espectáculo insólito con periodistas subidos en los carros de combate, soldados transcaucásicos posando para los fotógrafos y algunos oficiales inquietos ante fugas continuas de indisciplinados invitados por el recinto militar, rodeado por un gran muro de hormigón, y por carteles en los que, en términos my severos, se advierte que está prohibido hacer fotografías.

En Viena, mientras tanto, comenzó ayer una nueva ronda de las negociaciones sobre armamento convencional, emanadas de un mandato de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa. Este foro ha adquirido nueva actualidad con la dura controversia que ha desatado en el seno de la OTAN la solicitud de la RFA de abrir prontas negociaciones con el Pacto de Varsovia para la reducción de los misiles de corto alcance.