Wuerkaixi: "Deng Xiaoping tiene que jubilarse"
El líder de la revuelta estudiantil china desea "cambiar el partido desde dentro"
"Creo que ha llegado el momento de que Deng Xiaoping se jubile", afirma, sin pestañear, refiriéndose al máximo dirigente chino, el joven universitario que ha conseguido coordinar las protestas estudiantiles que desde hace más de dos semanas desafían al Gobierno en reivindicación de la democracia. Se llama Wuerkaixi. Tiene 21 años, cara de niño bien parecido y evidentes dotes de liderazgo.
Este estudiante del primer -año de Magisterio en la Universidad Normal de Pekín goza de la popularidad que da el ser la cabeza responsable de la llamada Federación Autónoma de Estudiantes Universitarios de Pekín, la organización considerada ilegal por las autoridades y que ha conseguido canalizar la rebelión juvenil iniciada a raíz de la muerte el pasado mes del ex secretario general del Partido Comunista Chino (PCCH) Hu Yaobang."Volveremos a clase si el Gobierno decide reconocernos como organización legal", declara a tres periodistas europeos en la habitación 339, el dormitorio que comparte junto a otros siete jóvenes. Momentos antes, Wuerkaixi había anunciado en una pequeña asamblea los resultados de las votaciones hechas en 46 centros universitarios de la capital para decidir si hoy se realiza una nueva manifestación en protesta en dirección a la plaza Tiananmen, el centro neurálgico de Pekín, escenario en las dos últimas semanas de las concentraciones estudiantiles.
"De 47 universidades, 40 han votado a favor, cinco en contra y dos se han abstenido", sentencia Wuerkaixi. "Mañana [por hoy] iremos a Tiananmen para conmemorar el 70º aniversario del movimiento de Cuatro de Mayo para insistir en nuestras reivindicaciones".
El Movimiento Cuatro de Mayo nació en 1919 por parte de los estudiantes, Y luego fue seguido por los intelectuales, a resultas del Tratado de Versalles, en protesta por la ocupación japonesa de territorio chino. Sirvió para reivindicar la necesidad de democracia y de modernización del país. Setenta años más tarde los universitarios chinos piden en las calles a sus gobernantes que cumplan con el respeto a los derechos constitucionales sobre libertad de expresión, libertad de Prensa y pongan fin a la actual corrupción dentro del funcionariado.
"No estamos en contra del partido. Lo que queremos es cambiarlo desde dentro", dice Wuerkaixi, revolviéndose en el camastro de una de las ocho literas del cuarto. En su pared cuelgan fotografías de barcos de vela y un par de adolescentes occidentales rubias en actitud cándida.
Wuerkaixi es hijo de un conocido escritor de Urumqi, en la provincia occidental de Yinmjiang, que es miembro del partido. No duda en decir que en el futuro él quiere también afiliarse al PPCh.
"Nosotros pretendemos un diálogo sincero con el Gobierno. Queremos evitar todo tipo de enfrentamientos, pero estamos preparados para luchar si es necesario", afirma. Niega, por otra parte, las acusaciones oficiales de que el movimiento esté manipulado por un grupo minoritario. "El movimiento es completamente puro", asegura. "No tenemos ninguna vinculación con la Liga Democrática China", afirma refiriéndose al grupo de disidentes exiliados financiado en Estados Unidos.
Un miembro de la nueva Federación Autónoma que pide no ser identificado señala que el movinúento está siendo financiado no sólo por donaciones particulares sino también por aportaciones procedentes de nuevas empresas chinas. "No puedo facilitar los nombres", declara, "a veces son ellos los que directamente se dirigen a nosotros, pero también nosotros a ellos", agrega el estudiante anónimo. Wuerkaixi confirma esta información, aunque precisa que cada universidad tiene su propia autonomía para recoger fondos.
"Me gusta Gorbachov y me gusta la perestroika, pero creo que no es suficiente para China", afirma en otro momento de la entrevista el dirigente estudiantil.
Wuerkaixi, que hace gala de buen humor enseñando una acreditación de la cadena de televisión norteamericana CBS -"me sirve a veces para entrar sin problemas en los hoteles"-, es consciente del peligro que corre de ser detenido e incluso que puede estar sacrificando su carrera profesional como educador, que es a lo que aspira. "Sí, lo sé, pero pienso que todos debemos trabajar en pro del futuro de nuestro país, y no sólo en favor de nuestros intereses particulares", dice.
Vocación de educador
Wuerkaixi está acostumbrado a ser líder en Urumqi. Cuando estaba en el colegio, contribuyó a organizar las elecciones para el consejo estudiantil. Posteriormente, en otro centro, fue redactor jefe del periódico escolar y vicepresidente de la asociación de estudiantes. Asegura que cuando termine sus estudios quiere trabajar en algún ente estatal como educador, aunque es consciente de que su sueldo será menor que si trabaja en una empresa privada."El dinero es más importante para mí, pero no es la cosa principal". Al ser preguntado sobre qué espera de la vida, contesta: "Lo único que quiero es hacer lo que me gusta", afirma con cierta ingenuidad. Wuerkaixi, cuyas aficiones principales son jugar al fútbol de delantero centro y beber cerveza, mira al reloj y declara: "Terminemos aquí. Tenemos que preparar la manifestación de mañana".
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