El filósofo anglo-austriaco Karl Popper gana la primera edición del Premi Internacional Catalunya

El filósofo anglo-austriaco Karl Popper fue proclamado ayer ganador de la primera edición del Premi Internacional Catalunya, dotado con 100.000 dólares (unos 12 millones de pesetas) y auspiciado por la Generalitat catalana a través del Institut Català d'Estudis Mediterranis (ICEM), de reciente creación. Popper, a quien este diario señalaba ya como uno de los candidatos, ha aceptado el premio, ha asegurado que viajará a Barcelona y escribirá un discurso para la ocasión. La entrega del premio se realizará el 24 de mayo, con asistencia del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y de los otros miembros del consejo asesor del ICEM. Ayer, no obstante, sólo estaban presentes en la proclamación del premio cuatro de los miembros del jurado que este año ha designado a los candidatos y ha elegido entre ellos al ganador.

La proclamación del ganador del I Premi Internacional Catalunya se celebró ayer a mediodía en el Salón de Espejos del Gran Teatro del Liceo. Estaban presentes el director del ICEM, Desideri García, y cuatro de los 18 miembros del consejo asesor de esta institución y jurado del premio: el escritor Baltasar Porcel, quien explicó el fallo, el académico de la Lengua Fernando Lázaro Carreter, el bioquímico Joan Oró y el sociólogo Hugues de Jouvenel.Pese a la importancia del premio por su dotación económica (superior a los premios Príncipe de Asturias) y por la dimensión que se le ha dado, pues ha llegado a ser parangonado con los premios Nobel, no estaban presentes en la ceremonia de proclamación ni el presidente de la Generalitat (y del jurado), Jordi Pujol, ni los demás miembros del consejo asesor, que son el novelista marroquí Tahar Ben Jellouni, el economista y sociólogo tunecino M. A. Boudhiba, el antropólogo Julio Caro Baroja, el historiador francés Georges Duby, el economista Andreu Mas, el director de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza; el catedrático Joaquim Molas, el sociólogo francés Edgar Morin, el financiero francés Simon Nora, el novelista israelí Amos Oz, el escritor italiano Leonardo Sciascia, el historiador Hugh Thomas, y el físico italo-suizo Antonio Zichichi.

Tras revelar el nombre del candidato, Baltasar Porcel señaló que Popper había sido votado por 16 de los 18 miembros del jurado y aclaró que los dos restantes votaron en blanco. Porcel afirmó que la cuasi unanimidad alrededor del filósofo se había producido "de una manera un poco misteriosa". El escritor mallorquín aclaró también: "Este año, debido al proceso burocrático-institucional de formación del ICEM y como el año pasado ya se había decidido conceder este premio, se acordó excepcionalmente que fueran los miembros del consejo asesor quienes propusieran las candidaturas y eligieran al premiado.

En próximas ediciones está previsto remitir las bases del premio a todas las instituciones científicas, que tendrán todo un año para hacer llegar sus candidaturas al ICEM, el cual, a su vez, las trasladará a los miembros del jurado".

Contactos a distancia

Acerca de la mecánica del fallo, Porcel explicó: "Los miembros del jurado no han celebrado una reunión plenaria, pero han estado en contacto permanente por carta, teléfono y telefax, de modo que cada miembro ha tenido amplia información sobre los candidatos".El bioquímico Joan Oró llegó a comparar este sistema de deliberación con el que utilizan los miembros de la Academia de Suecia para otorgar los premios Nobel. Anteriormente, junto con las glosas de la figura de Popper realizadas por los miembros del jurado asistentes y por la catedrática Victoria Camps, que hizo un breve retrato biográfico, Joan Oró expresó su esperanza de que "este no sea un ejercicio en el vacío y que, junto al reconocimiento de un gran científico, se inicie un esfuerzo serio por parte de las instituciones para ayudar a los jóvenes científicos".

Al final del acto de proclamación, Porcel se refirió a las complejidades burocráticas que ha supuesto la obtención de permisos para reunir el importe del premio en divisas y concluyó diciendo: "Todo ha ido estupendamente bien".