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LATINOAMÉRICA VOTA

Paraguay recupera el voto libre después de 35 años

Los primeros resultados de las elecciones presidenciales en Paraguay, una hora después del cierre de las urnas, indican una victoria arrolladora del presidente provisional, general de división Andrés Rodríguez, de 65 años, y del gubernamental Partido Colorado. El triunfo de Rodríguez y los colorados aparece ensombrecido por la gran cantidad de irregularidades denunciadas a lo largo de la jornada de elecciones, las primeras libres en Paraguay tras la caída, el pasado 3 de febrero, de Alfredo Stroessner, dictador durante casi 35 años. Más de dos millones de paraguayos estaban convocados a las urnas.

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Algunos resultados, facilitados poco después del cierre de las urnas, tenían un fuerte tufo stronista. En algunas localidades del interior del país se escrutaron votaciones de casi el 100% a favor de Rodríguez y los colorados, y ni un solo voto para la oposición. En las mesas observadas por el enviado de este periódico, en el centro de Asunción, apenas se registraron anomalías. En la mesa 354 votó un 50% del padrón. Rodríguez consiguió 82 votos. Domingo Laíno, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, principal opositor), 26. Fernando Vera, del Partido Revolucionario Febrerista, 4. Y Secundino Núñez, del Partido Demócrata Cristiano, 1.Cuatro candidatos de oposición, Laíno, Vera, Núñez y Ricardo Buman, del Partido Humanista, se reunieron en la casa del pueblo, sede del PRF, para analizar la situación en el momento en que se cerraban los colegios electorales. Durante una tensa espera flotó en el ambiente la impresión que la oposición podría romper la baraja y denunciar la elección como fraudulenta. Al concluir la reunión, leyeron una declaración en la que denunciaban "graves y numerosas irregularidades". No obstante, los opositores decidieron instar a los observadores a permanecer atentos y controlar el escrutinio. Los opositores acordaron reunirse de nuevo por la noche (madrugada del martes en España) para decidir su actitud a la vista de los escrutinios.

El vicepresidente del Partido Colorado, el canciller Luis Argaña, denunció el "robo escandaloso" y "estafa para el pueblo paraguayo" realizada por los liberales. Según Argaña, éstos robaron en ciudades del interior papeletas electorales del Partido Colorado. De esta forma, eventuales votantes colorados se encontraban sin posibilidad de emitir un sufragio favorable a su partido. Para subsanar ese fallo se trataba, pasado el mediodía, cuando sólo faltaban tres horas para el cierre de las urnas, de transportar por avión papeletas hacia el interior del país.

El día amaneció lluvioso en Paraguay. Esto debe traducirse en una elevada abstención electoral porque muchos caminos rurales quedan prácticamente intransitables con la lluvia. Otro factor que debe contribuir a un elevado índice de abstención son los defectos del censo. El padrón de personas con derecho a voto llegaba a 2.226.061 votantes, 1.910.038 en el interior y 316.023 en la capital. Se estima que este padrón podría estar inflado en medio millón de personas o más. Esto se debe a inscripciones múltiples de algunas personas.

Tinta limpiable

Para evitar que una misma persona votara varias veces, se repartió a las mesas electorales, por primera vez en la historia de Paraguay, tinta presuntamente indeleble donada por Estados Unidos. El embajador de Estados Unidos, Thimothy Towell, explicaba que había manchado su dedo en tinta y, a pesar de lavarlo muchas veces, la tinta no desaparecía. En una entrevista, después del cierre de las urnas, Towell aseguró que desde hace meses, la Embajada de EE UU había provisto a la Junta Electoral de una cantidad suficiente de tinta indeleble. Un periodista mostró al embajador cómo había podido borrar completamente la tinta del dedo. Towell replicó que "esa sería tinta china, alguna tinta exótica, pero no la nuestra". También explicó el embajador que había recorrido más de cien mesas del interior sin encontrar anomalías y añadió que "esta elección no es el fin del proceso, sino un paso hacia un viaje. Soy optimista". Según comprobó ayer el enviado de este periódico, con alcohol podía limpiarse la tinta, aunque era difícil eliminar todos los restos en la cutícula.Las emisoras de radio y dos cadenas de televisión informaron desde la apertura de las urnas de múltiples quejas de la ciudadanía y representantes de los partidos. No cabe duda de que en Paraguay los ciudadanos, al menos en Asunción, han perdido el miedo. Gran número de votantes se acercaban a los micrófonos para denunciar con indignación la más mínima irregularidad. La primera impresión, cuando la elección había pasado el ecuador del mediodía, es que la falta de experiencia y de una infraestructura adecuada hizo que la elección de ayer se celebrara con irregularidades importantes. No se advertía, sin embargo, la existencia de un fraude organizado sistemáticamente, como era habitual en las elecciones de la dictadura de Stroessner.

Los partidos de oposición tenían observadores en las mesas, donde se confundían con los presidentes y vocales. Los observadores no llevaban signos externos que los identificasen como interventores. Los llamados cuartos oscuros para emitir el voto secreto no eran tales. En muchos locales, el lugar reservado para emitir el voto era una sala amplia, donde no había posibilidad de encerrarse, aunque tampoco se advertía la presencia intimidatoria de nadie. Los votantes se acercaban, tomaban las papeletas y las introducían con rapidez y sin grandes vacilaciones en los sobres.

Uno de los aspectos más controvertidos fue el llamado presillado de papeletas, es decir, que se presentasen cosidas con grapas las de presidente junto con las listas para senadores y diputados. La ley electoral paraguaya permite diferenciar esos votos. Se puede votar por el candidato de un partido para presidente y por las listas de otro partido para diputados y senadores.

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