El Gobierno chino accede a dialogar con los estudiantes
El Gobierno chino anuncio ayer a través de uno de sus portavoces que está dispuesto a dialogar con los estudiantes "cuando ellos quieran", pero que antes es necesario que vuelvan a las universidades y "adopten una actitud razonable". La reacción oficial se ha producido sólo unas horas después de que más de 100.000 jóvenes marcharan sobre la capital desde las zonas universitarias en demanda de democracia, libertad, lucha contra la corrupción y el fin de los privilegios de los altos dirigentes.
Ayer, los estudiantes -que han valorado satisfactoriamente los resultados de la movilización- seguían sin asistir a sus clases al cumplirse una semana de la huelga que iniciaron tras la muerte del ex secretario general del Partido Comunista Chino, Hu Yaobang.Miles de jóvenes se amontonaban en las paredes de las diferentes universidades de Pekín para leer los dazibao -carteles escritos a mano- con consignas que reflejan los pensamientos del movimiento estudiantil. Cada nuevo comunicado, se van modificando a lo largo del día, es comentado entre los grupos que se van formando en un orden absoluto. La ausencia de incidentes es, hasta el momento, uno de los grandes logros de los estudiantiles que tratan de reforzar así su imagen de que no son un grupo de alborotadores como se les presenta desde algunos sectores oficiales.
Desconcierto
El anuncio de las autoridades pidiendo diálogo es interpretado en medios occidentales como un reconocimiento de que existe preocupación y desconcierto ante la situación que pueden adoptar los acontecimientos en las próximas semanas. Todas las miradas están puestas ahora en la jornada del 4 de mayo, en que está prevista la mayor movilización de la historia reciente de China con motivo del 70º aniversario del movimiento que constituyó un antecedente del PCCh. El periódico South China Morning, que se edita en Hong Kong y está considerado uno de, los más serios de Asia, revelaba el pasado jueves que tras una entrevista entre Deng Xiaoping y el primer ministro, Li Peng, el primero había advertido que la policía intervendría con energía. La pasividad de la policía y del Ejército durante la concentración del jueves dio pie a que ayer se especulara en Pekín con disidencias en la jerarquía china.El portavoz oficial reiteró que el partido y el Gobierno siempre han estado dispuestos al diálogo y que la prioridad era en estos momentos la unidad del país y la estabilidad política conforme a los intereses de toda la nación. Las autoridades han pedido a los estudiantes que creen una atmósfera positiva para negociar y se busquen los canales oportunos, aunque han recordado que si no hay retorno a la universidad será muy difícil que se cumplan los objetivos.El Gobierno, para trasladar a la población la sensación de interés por arreglar el problema, anunció que había encargado a la única federación reconocida de estudiantes que canalice las demadas.
La situación en la plaza Tiananmen era de tranquilidad absoluta el día de ayer y los miles de policías y soldados que vigilaban los alrededores en jornadas anteriores habían desaparecido.
Ayer, el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, que se encuentra en Pekín al frente de una misión empresarial catalana, relató la anécdota de que en una entrevista que sostuvo con la señora Chen Muhua, vicepresidente de la Asamblea Popular y una de los 18 miembros del Politburó, ésta le recibió con las siguientes palabras: "China goza de una gran estabilidad política". Comentando con otro ministro la marcha estudiantil de anteayer y el caos en las calles de la capital, éste dijo Simplemente: "Efectivamente, en Pekín hay problemas de tráfico".
Después de sus entrevistas políticas, Pujol no quiso comentar la situación de China y ante la insistencia de un periodista por si le había transmitido alguna autoridad algún mensaje, señaló: "No he sido el escogido por los chinos para transmitir al mundo el mensaje del Partido Comunista de China".
