Valencia, la más rica en el reino de los pobres
Sea por el fulgor de las fallas o por el brillo de la bisutería de su traje regional, media España se acuesta cada noche convencida de que pocos son más ricos en este país que los felices habitantes del antiguo reino de Valencia. Pero números cantan y las estadísticas no mienten. La renta de la Comunidad Valenciana no alcanza el 75% de la media de la renta de la Comunidad Europea, y con eso basta para acogerse a los beneficios de aquellas zonas que la CE considera Objetivo 1. Y, de retrueque, convertirse en la comunidad más rica de las 11 que conforman el Plan de Desarrollo Regional (PDR).
A pesar de que España toda y media Europa se regalan año tras año con sus riquísimos cítricos, la Comunidad Valenciana tenía una renta per cápita de 670.657 pesetas en 1985. Es decir, una renta individual inferior a la de Cantabria y también -quién lo diría- a la del árido Aragón de Los Monegros, según el Banco de Bilbao.A la imagen rica de Valencia contribuye en buena medida el talante exportador de la economía de la comunidad, que a ojos del mortal común se traduce en decenas de camiones valencianos, alicantinos y castellonenses camino de Europa, autopista arriba. Las ventas al exterior de la agricultura valenciana, por ejemplo, suponen el 40%. de todas las exportaciones agrícolas españolas, principalmente frutas y hortalizas. La industria local -en la que en las últimas décadas se han instalado destacadas multinacionales, como es el caso de IBM y Ford- desarrolla una dinámica exportadora cada vez más importante. Cerca del 20% de la producción manufacturera de la región se vende más allá de las fronteras de España.
Subcontratación y paro
La Comunidad Valenciana, no obstante, vive sobre todo de la importación. De la importación de turistas. Valencia es la principal receptora del turismo interior español y la tercera del turismo extranjero. El sector servicios genera el 59,1% del valor añadido bruto (VAB) de la región, pero casi toda esta riqueza se concentra en el litoral.
En el reino de los servicios, sin embargo, cierta industria tiene una marcada y poco saludable tendencia a la subcontratación y a la segmentación. El tejido industrial valenciano favorece estos factores, al estar configurado fundamentalmente por empresas pequeñas y medianas, sobre todo en los subsectores de la madera y mobiliario, maquinaria, papel cartón y artes gráficas.
La subcontratación se da también en el sector agrícola, donde no es infrecuente que los payeses completen sus ingresos con otras actividades. El elevado minifundismo y la progresiva degradación de las rentas agrícolas explican fácilmente este fenómeno. A todo ello se une una problemática hidráulica compleja, agravada por la deficiente calidad de los escasos recursos hídricos, así como un riesgo endémico de inundaciones. Un tercio de la población valenciana se abastece de aguas que proceden de acuíferos contaminados.
La crisis de los años setenta-ochenta ha tenido como consecuencia la pérdida de miles de puestos de trabajo: 122.000 sólo en el sector secundario. En 1987, los parados ascendían a270.000 personas, con una tasa de desempleo del 19% que afecta fundamentalmente a los jóvenes y a los mayores de 45 años. La situación es especialmente dramática en Valencia (155.000 parados) y Alicante (95.000).
Con este panorama, la Generalitat valenciana ha dado gran importancia al desarrollo de programas de ayudas destinadas a la integración laboral, a la formación ocupacional de los parados y la formación de cooperativas entre parados de larga duración.
La modernización productiva se buscará a través de la Red de Información Valenciana (Rediva), los reciclajes profesionales para la creación de técnicos, el Parque Tecnológico de Valencia o los centros de empresa e innovación. A nivel de infraestructuras, la Generalitat acometerá diversas obras de abastecimiento de aguas, la integración y conexión de la red de ferrocarriles de la comunidad con el área metropolitana de Valencia o el Plan de, Puertos, que afecta a los de Peñíscola, Denia, Altea, Villajoyosa y Santa Pola.
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