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Los golpistas haitianos piden asilo político en EE UU

Los dirigentes del fallido golpe militar en Haití del pasado domingo contra el general Prosper Avril llegaron ayer a Miami (EE UU), donde solicitaron asilo político. Ayer el Gobierno militar haitiano proclamó el estado de urgencia en todo el país y el toque de queda en la capital, ante la situación de sublevación militar de algunas tropas. Los soldados del batallón Dessalines, el segundo más importante del país, que dicen hablar en nombre de un amplio sector militar, pidieron la dimisión de Avril, elecciones libres y el nombramiento de un presidente civil.

Los tres cabecillas de la rebelión del pasado domingo, el comandante de la Guardioa Presidencial, Philippe Blamby, el teniente coronel Himler Rebu y el coronel Leonce Qualo, llegaron ayer a Miami acompañados de sus familiares procedentes de SantoDomingo, dijo el director del Servicio de Inmigración estadounidense, Perry Rivkind, quien añadió que todos ellos permanecían "retenidos" a la espera que se decida su petición de asilo.

Un portavoz de la guardia presidencial -que mantiene rodeado el palacio presidencial, donde se encuentra Avril- dijo que la sublevación no tenía importancia porque se trataba de un pequeño grupo de soldados. Los soldados del batallón sublevado emitieron un comunicado en el que afirman: "Reclamamos el reemplazo del general Avril por un civil, el presidente del Tribunal de Casación; el restablecimiento íntegro de la Constitución, y elecciones libres de manera urgente", y dijeron hablar tanto en nombre de sus compañeros como de otras unidades militares.

"Si el general Avril", prosigue su comunicado, "quiere evitar un enfrentamiento directo entre militares, debe hacer todo lo oportuno para abandonar el país". A la pregunta de periodistas sobre si el general del batallón, Guy François, formaba parte de la sublevación, los soldados respondieron que se trataba de "un movimiento generalizado".

Por su parte, la guardia presidencial tomó posiciones, por primera vez desde el golpe militar del pasado domingo, en torno al palacio de la presidencia con dos carros blindados y un portavoz dijo que se "respondería a cualquier provocación".

Los amotinados intercambiaron a primeras horas de ayer disparos con la guardia presidencial y consiguieron hacerse con el control de varios barrios de Puerto Príncipe. Según Radio Liberté, un civil resultó herido. Grupos de jóvenes se manifestaron en apoyo de la sublevación del batallón Dessalines.

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